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sábado, 27 de agosto de 2011

BILBAO: Los mejores empresarios y apoderados, los Lozano, también grandes ganaderos / EFE



Plaza de Toros de Vista Alegre de Bilbao
Enrique Ponce, David Mora, y Daniel Luque
(Fotografías de Burladero.com)


Los mejores empresarios y apoderados, 
los Lozano, también grandes ganaderos

"La corrida de Alcurrucén espectáculo de clase y bravura..."

"...el toreo de Ponce brilló de una forma espléndida. El temple, la técnica. Hermosísimo toreo...

"...La oreja que cortó David Mora va a reforzar notablemente su brillante palmarés de esta temporada,,," 

"...A Daniel Luque le pudieron las ganas desenfrenadas en sus dos toros..."

Juan Miguel Núñez 

Bilbao, 26 ago (EFE).- 
Una extraordinaria corrida de toros de la ganadería de Alcurrucén fue lo más destacado del séptimo festejo de las Corridas Generales, un ejemplo en toda regla, pues, si sus propietarios, los hermanos Lozano, ya eran los mejores empresarios y apoderados, ahora también grandes ganaderos.


FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Alcurrucén, muy bien presentados, bravos y nobles, de muy buen juego. Si acaso en el conjunto desentonó el segundo, pero así y todo aportando también lo suyo. Los seis arrastres, ovacionados.
Enrique Ponce: dos pinchazos y media (ovación tras aviso); y estocada (oreja con petición de la segunda).
David Mora: estocada fulminante (oreja); y pinchazo, estocada y descabello (ovación tras aviso).
Daniel Luque: dos pinchazos y dos descabellos (vuelta tras aviso); y estocada y descabello (aviso ovación tras petición).
En cuadrillas, Félix Jesús Rodríguez y Víctor Manuel Martínez saludaron tras banderillear al quinto.
La plaza rozó el lleno en tarde de nubes y claros, y con ligeras rachas de viento que se notaron en el ruedo en la primera parte del festejo.
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ESPECTÁCULO DE CLASE Y BRAVURA 
Una familia plenamente identificada con el toreo, los hermanos Lozano, hijos y sobrinos, espejo de grandes apoderados, han sido, si no es que siguen siendo, los mejores empresarios, y ahora están en la tarea de demostrar que son también unos grandes ganaderos. La prueba, la gran corrida de toros que han lidiado hoy en Bilbao Los toreros, los tres, han estado bien. Y se han cortado dos orejas, una Enrique Ponce y otra David Mora, y todavía pudieron ser más si no es por la espada o las exigencias del presidente.

Pero lo verdaderamente reseñable en la tarde han sido los toros, que más allá de su buen juego ofrecieron un espectáculo de clase y bravura poco usual.

Molestó el viento en la primera parte del festejo, condicionando en cierto modo la actitud de los toreros, pendientes de buscar el refugio para que las telas no volaran, lamentablemente donde los toros podían desarrollar menos.
Aún así, la bravura y el buen estilo fue una constante, "empujando" los engaños por abajo, desplazándose largo, repitiendo... ¡Qué gran corrida la de Alcurrucén! Aunque habría que quitar en parte al segundo, al que no obstante David Mora terminaría cortándole una oreja, lo que quiere decir que algo más que bueno tuvo también este toro.

Ponce fue el primero en notar el inconveniente del viento en el toro que abrió plaza, con el que tuvo que cerrarse en tablas en la faena e muleta. Hubo pases sueltos pero muy bellos, en los que primó la estética. Y hubo un desarme y dos pinchazos previos a la media estocada definitiva que lo estropearon todo.
El cuarto fue un gran toro, con el que el toreo de Ponce brilló de una forma espléndida. El temple, la técnica. Hermosísimo toreo.
Faena a más mientras el toro también crecía en su ímpetu. La faena, más allá de los detalles y la torería de Ponce, tuvo mucha profundidad. Aunque tras la estocada el presidente consideró que era de una oreja, hubo fuerte petición para el segundo trofeo.

David Mora tuvo un primer toro noble y pronto, sin embargo, cortito de embestida. Pero pudieron más las ganas del torero, muy encima, llevándole largo. Fue una faena de mucho mando y con el magnífico colofón de una gran estocada.
La oreja que cortó David Mora va a reforzar notablemente su brillante palmarés de esta temporada El quinto fue toro con mucha "transmisión" y emotividad, como casi toda la corrida desde la doble condición también de la clase y la nobleza. Mora lo toreó por los dos pitones con mucha disposición y estética, aunque sin la rotundidad necesaria en la suerte suprema.

A Daniel Luque le pudieron las ganas desenfrenadas en sus dos toros. Muy bien por momentos en sus dos faenas, pero sin redondear.
Acompañó con temple y buen gusto en una tanda a derechas en el tercero, y el resto fue más deslavazado y con menos ajuste. Era toro con mucha clase, y hubiera merecido algo mejor. También se le atascó la espada a Luque y lo que debió ser un triunfo grande se quedó sólo en una sola vuelta al ruedo.
El sexto, otro toro obediente y repetidor, aún con el ligero defecto de salir con la cara alta en los muletazos, tampoco estuvo Luque a la altura de las circunstancias. EFE jmnb/is (foto)

 Enrique Ponce
 David Mora
Daniel Luque

lunes, 13 de junio de 2011

MADRID: TOROS FERIA DEL ANIVERSARIO (Resumen) / Por Juan Miguel Núñez / EFE


TOROS FERIA DEL ANIVERSARIO 
(Resumen)

La Feria del Aniversario, 
según lo previsto, decepcionante menos con Pinar

Juan Miguel Núñez
Madrid, 13 jun (EFE).- La Feria del Aniversario ya decía poco sobre el papel, con unos carteles muy flojos de toros y toreros, y así ha resultado, decepcionante e insufrible, con la excepción de un Rubén Pinar que se ha vuelto a reivindicar por agallas y ambición, por recursos y valor, reflejado todo ello en notables progresos.
Muy bien Pinar con un toro de Javier Pérez-Tabernero, al que entendió a la perfección, cogiéndole la distancia, la velocidad y la altura, sobre todo al natural. Los mejores muletazos con diferencia de la feria, que le valió la que a la postre sería la única oreja del serial entre los toreros de a pié.

Y pudo haber redondeado un triunfo mayor en el siguiente si no llega a pinchar antes de la estocada definitiva, pues la faena también tuvo mucha importancia sobre todo por las exigencias que planteó el toro, un sobrero de Valdefresno. Después de esto Pinar va a contar, debe contar este año en las principales ferias.

Un dato que marca la feria es la poca afluencia de público. Mucho menos de lo habitual en los ciclos clásicos de la temporada madrileña, lo cual era un síntoma.

Para la deserción influiría el hecho de que nunca fue obligatorio renovar este abono para mantenerlo de cara al futuro, y por eso precisamente en los anteriores la empresa procuró que estuvieran siempre las figuras. En éste no fue así, y la gente se lo olía.

La feria, que ha incluido la Corrida de la Beneficencia, aunque fuera de abono, ha tenido su principal hándicap en el ganado. Ninguna corrida fue completa.

Mal "Los Bayones", Victoriano del Río y Antonio Bañuelos, aunque todavía hubo algún toro suelto de nota, como fue el caso de uno de "Los Bayones" que vino a tocarle a Matías Tejela, con el que no estuvo a la altura. El mismo panorama con otro de Bañuelos, también de calidad, en manos del confirmante Jairo Miguel.
Se cumplió el viejo adagio de que cuando hay toro no hay torero. Pero no vale volver la oración por pasiva, pues no todos los actuantes sintieron el verdadero compromiso de estar bien en plaza tan trascendente como Las Ventas. Ejemplo claro, el artista "Morante de la Puebla", vencido por el desánimo tanto o más que por los toros. En contraste, dos "legionarios", "Rafaelillo" y Diego Urdiales, también sin "material", lo intentaron por la vía del valor.

El maestro Juan Mora estuvo en los detalles de una torería añeja y con sello propio, lo que se valora aún más en tiempos de tanta mediocridad. "El Juli" dictó una lección de raza, ambición y responsabilidad, pero sin reconocimiento.

Víctor Puerto fue una sombra. "El Capea" quiso mucho pese a no tener toros, y en su actitud se vislumbraron notables progresos de técnica y seguridad.
En la aparentemente buena corrida de Javier Pérez-Tabernero, Antonio Ferrera fue sólo voluntad, que es como decir que pasó de puntillas, y Sergio Aguilar, muy serio, con muy buen concepto, sin embargo, pecó de cierta frialdad.

Miguel Abellán, el gran perjudicado por una fea cornada en la boca, no tuvo suerte con el toro que le hirió cuando le entraba a matar, que previamente había resultado muy deslucido.

"El Fandi" dio su habitual espectáculo en banderillas y poco más, sin resolver en un toro de "La Palmosilla" que mereció más que prisas. A Daniel Luque no se le valoró una faena muy digna con un toro que "no se dejó" del todo, y en el otro chocó contra un muro por la invalidez del astado.

El ciclo se cerró con la de rejones que nunca suele faltar, como habituales son los triunfalismos en este tipo de festejos. Pero hay que prescindir de esta última consideración para dejar claro que el triunfo de dos orejas -una en cada toro- y la consiguiente Puerta Grande de Diego Ventura, esta vez fue con todo merecimiento.
Muy bien Ventura, sobre todo en su primer toro, al que cuajó una faena que rozó la perfección, en tanto "se vació" de nuevo en el otro para amarrar la salida a hombros por la vía de la entrega y la pasión.

En este festejo de rejones Álvaro Montes cortó una oreja de muy distinto valor, apoyándose mucho en la heterodoxia. Y Andy Cartagena, con un lote a contra estilo, hizo un esfuerzo que no tuvo recompensa.

El "aniversario" no ha resultado lo que otras veces, con las figuras. También las expectativas, al conocerse los carteles, no iban muy allá. La Comunidad de Madrid, que tiene pendiente la redacción de un nuevo pliego, ha debido tomar nota. EFE


Ruben Pinar, 
triunfador numérico al cortar la única oreja de la Feria.

 TOROS FERIA ANIVERSARIO (Los Números)

Madrid, 13 jun (EFE).- El torero Rubén Pinar ha sido el triunfador numérico de la recién finalizada Feria del Aniversario en Las Ventas de Madrid al cortar la única oreja de todo el serial.
Entre los rejoneadores, Diego Ventura se ha alzado máximo triunfador con dos orejas en el único festejo de la especialidad en la feria.
Entre las ganaderías sólo cabe destacar la de Javier Pérez-Tabernero, al ser la única en toda la feria a la que a uno de sus toros le cortaron una oreja.
A continuación, en las dos primeras clasificaciones se contabilizan el total de matadores de toros y rejoneadores actuantes en la Feria del Aniversario y la Corrida de la Beneficencia, con su número de actuaciones realizadas, los toros lidiados, las orejas cortadas, las vueltas al ruedo sin trofeo y los avisos recibidos.
En las dos últimas categorías se recogen los hierros lidiados en corridas de toros y festejos de rejones, con el número de astados estoqueados, orejas cortadas, vueltas al ruedo en el arrastre, toros devueltos y los jugados como sobreros.

domingo, 12 de junio de 2011

LAS VENTAS: Arrasa Diego Ventura, que corta dos orejas y sale a hombros / Por Juan Miguel Núñez / EFE

Diego Ventura / Fotografía: Luis M. Sánchez-Burladero.com

Arrasa Diego Ventura, 
que corta dos orejas y sale a hombros


Juan Miguel Núñez / EFE
Madrid, 12 jun (EFE).- Dos orejas y la correspondiente Puerta Grande para Diego Ventura, quien más allá de los trofeos cumplió una soberbia actuación sobre todo en su primer toro, hoy en la corrida de la especialidad que cerró la Feria del Aniversario, festejo en el que también se llevó un apéndice Álvaro Montes.


LA DESTREZA DE VENTURA, Y EL VALOR DE SUS CABALLOS
La típica corrida de rejones en la que el público, muy aplaudidor, condescendiente y generoso, jugó un papel determinante. Corrida fácil también por las aportaciones del ganado, que dio todo tipo de facilidades, aunque con la excepción del lote de Cartagena que sencillamente "no sirvió".
Pero por encima de todas las consideraciones a favor que tuvo el festejo, hay que destacar la actuación de Ventura, rozando la perfección en su primero y con rabia y ambición en el sexto para amarrar la ansiada Puerta Grande, la novena en su todavía corta carrera.
Ventura midió bien las posibilidades de su primero, castigándole de salida lo justo, con un sólo rejón. Y a partir de ahí, en banderillas, lució la destreza del jinete y el valor de sus caballos para ejecutar las suertes con ajuste y suma limpieza, dejando llegar mucho al toro.
Los galopes al entrar y al salir de las suertes con los pitones a milímetros. Los encuentros, siempre al estribo. Y certero en todos los casos, clavando arriba.
Mención especial para "Distinto", caballo que hace honor al nombre, por la elegancia y los arrestos en el cite, la serenidad para aguantar, quietísimo, en un admirable quiebro, sin espacio para salir. Desafío que volvió a repetir antes de adornarse con las cortas, tres, sin interrumpir el carrusel.
La plaza estuvo varias veces boca a bajo, es decir, aplaudiendo de pié, en clima de enloquecido frenesí. Sólo el pinchazo previo al rejón definitivo impidió que cortara el doble trofeo. Pero la oreja que paseó fue de mucho peso.
Y en el sexto, la misma disposición y tantos aciertos. Aunque el toro aportó menos, lo compensó Ventura echándole si cabe más arrestos.
La faena fue sobre todo espectacular, también muy efectiva, naturalmente más cargada de "efectos especiales", pero con la misma sinceridad y entrega que en la anterior. La gente enloqueció con el rejón de muerte, y más allá de la oreja que volvió a cortar Ventura llegaron a pedirle la segunda, que ya el presidente no concedió.
Clima triunfalista en los dos toros de Montes, que "lo vendió" todo muy bien, con llamativas galopadas, veloces carreras y demostraciones de buena monta.
En banderillas recurrió Montes a las corbetas, lanzando el caballo hacia adelante en los cites a distancia. Sin embargo, notablemente desigual al clavar. No redondeó en su primero, y tuvo la suerte de matar a la primera en el otro, cortando así una oreja.
Cartagena, con un lote imposible, se esforzó mucho, haciéndolo él prácticamente todo en sus dos astados. Con el manso y aquerenciado primero, tragó una barbaridad, y en más de una ocasión tuvo que recurrir a los violines para clavar. También el cuarto se hizo el fuerte en tablas, paradito y muy complicado, esperándole para pegarle el arreón por sorpresa. Bien Cartagena, aunque sin el reconocimiento debido. 
FICHA DEL FESTEJO.- 
 Toros de Fermín Bohórquez, desiguales de presentación y de juego también variado. Corrida en general con movilidad y temple exceptuando el manso primero y el brusco cuarto. Segundo, tercero y quinto tuvieron clase, fijeza y aguante. El sexto, con menos fuelle, también "sirvió".
Andy Cartagena: tres pinchazos y rejón (silencio); y medio rejón y descabello (silencio).
Álvaro Montes: rejón sin quebrar y dos descabellos (ovación); y rejón (oreja).
Diego Ventura: pinchazo y rejón (oreja); y rejón en tres tiempos (oreja con petición de la segunda).
La plaza rozó el lleno en tarde espléndida.
 

LAS VENTAS: Una cornada en la boca a Miguel Abellán / Por Juan Miguel Núñez / EFE

Abellán en el suelo herido en la boca
(Foto: Luis M. Sánchez-Burladero.com)

Una cornada en la boca a Miguel Abellán, 
la noticia de la tarde en Las Ventas
Juan Miguel Núñez / EFE

Madrid, 11 jun (EFE).- La cornada en la boca que sufrió el diestro Miguel Abellán, cuyo pronóstico tras ser operado en la enfermería era de "reservado" a la espera de practicársele las oportunas radiografías, es la noticia de la corrida celebrada hoy en Las Ventas.


CONTRARIEDADES
Lo peor fue la cornada que le partió la boca a Abellán. Un pitonazo seco y certero, de cuyas consecuencias no supo bien la gente hasta que empezaron a llegar noticias de la enfermería ya muy avanzada la corrida, cuando se supo que no iba a volver al ruedo para matar el siguiente toro.
El labio como un colgajo, y varios dientes fuera. Y todavía fue poco para lo que podía haber pasado. Un percance que trajo a la memoria aquella dramática escena de Julio Aparicio hace un año en este mismo ruedo, cuando un toro le atravesó el cuello asomándole por la boca. De escalofrío, antes y ahora.
Parece, sin embargo, que todo va a quedar en el susto y el trabajo extra de los cirujanos plásticos. Abellán, si el postoperatorio transcurre sin más sobresaltos, podrá volver pronto a los ruedos. es la otra cara de "la Fiesta", la del drama que siempre acecha y que convierte a los toreros en verdaderos héroes.
La corrida tuvo también la contrariedad de los toros, los tres que no pertenecían a la ganadería anunciada en principio, imposibles, uno para cada uno de los actuantes. Los tres toreros estuvieron más que dignos, aunque a la gente le costó entender tantas dificultades y en consecuencia el mérito de la terna.
El primero en saltar al ruedo, de Camacho, una prenda. Y menos mal que en el caballo le dieron fuerte, bajándole los humos. Toro sin fondo, incierto y muy molesto. Abellán lo lidió con mucha suficiencia, haciendo gala de un valor sereno. Lo malo fue el tremendo porrazo que se llevó en el segundo viaje con la espada.
A Luque le tocó un quinto también de Camacho que fue una birria de toro, inservible por su acusada falta de fuerzas. El hombre quiso torearle, pero el tendido, irritado con el palco" por no haber accedido a la devolución, le apremió para que acabara con aquella farsa.
Finalmente "Fandi" se las vio con el sobrero de "El Torero", que no tenía que haber salido nunca, puesto que el titular devuelto tenía todas las garantías de embestir y tampoco había blandeado tanto. Pero la escandalera que hubo por el toro anterior condicionó al presidente, que se precipitó ahora para sacar el pañuelo verde. El caso es que el sustituto, desrazado, "no sirvió" porque no terminaba de tomar los engaños.
Con los únicos tres toros de "La Palmosilla" de la corrida titular, lo siguiente:
"Fandi" anduvo dispuesto en el segundo, sin embargo, sin profundizar. El toro, sin humillar, pero moviéndose. La faena fue larga y apenas transcendió. Y en el cuarto, toro sosito y de poco "motor", el granadino estuvo lo que se dice correcto, en una faena sin emoción. En todos sus toros, "Fandi" banderilleó, fácil, seguro, espectacular, pero la mayoría de las veces a toro pasado.
Luque tuvo mucho mérito con el tercero, pues siendo éste toro que lució cierta clase, sin embargo, le fallaron las fuerzas.
El esfuerzo del torero fue doble, por mantenerlo en pie, y por los pases que le dio, muchos, a media altura y con cierta suavidad. Huelga señalar que por su propia condición de invalido, el toro remataba los viajes con la cara arriba. Pues así y todo hubo muletazos largos y de mucha estética de Luque que la gente no valoró en su justa medida. 
FICHA DEL FESTEJO.- 
Tres toros de La Palmosilla, manejables aunque les faltó empuje, dos "remiendos" de Mari Carmen Camacho -primero, incierto, y quinto, inválido- y un sobrero que hizo sexto de "El Torero", descastado y deslucido.
Miguel Abellán: pinchazo y estocada corta resultando herido, remató "El Fandi" de un descabello (silencio).
David Fandila "El Fandi": pinchazo y estocada (ovación tras aviso); estoconazo (ovación); y estocada y descabello (palmas).
Daniel Luque: estocada y descabello (palmas tras aviso); y pinchazo y estocada caída (silencio).
Abellán fue intervenido de "herida contusa en el labio inferior, que le causó destrozos en el músculo orbicular, con avulsión de piezas dentarias, y ligera conmoción cerebral".
La plaza tuvo tres cuartos de entrada en tarde agradable, con las cámaras de la televisión autonómica "Telemadrid" transmitiendo en directo. EFE

sábado, 11 de junio de 2011

LAS VENTAS: Ruben Pinar roza la Puerta Grande / Juan Miguel Núñez / EFE


  Ruben Pinar roza la Puerta Grande
 
Juan Miguel Núñez / EFE

Madrid, 10 jun (EFE).- Una oreja, y a punto de cortar otra si no es porque pinchó al matar en el siguiente toro, fue el balance de un Ruben Pinar valiente y con muchos recursos, a punto de abrir hoy la Puerta Grande de Las Ventas.
 
PINAR "SE VACÍA"
Estuvo bien Pinar, y estuvieron bien los toros, aunque en todos los casos faltó rematar. Y entre uno y otros, también Aguilar firmó cosas interesantes. Corrida, por tanto, más que interesante.
Al final fue una pena que Pinar no resolviera la salida a hombros que había buscado con tanto ahínco y entrega. Hizo todo Pinar, absolutamente todo, lo que sabe y lo que sentía, "vaciándose" por completo en sus dos faenas, si cabe aún más en la segunda cuando notaba que podía amarrar la ansiada Puerta Grande. Pero en el último momento el pinchazo previo a la estocada difuminó el pretendido triunfo.
Quede claro que la corrida, los titulares y el sobrero, prestaron mucho a los toreros, quienes en mayor o menos medida acertaron a exprimir esas posibilidades.
 
Fue Pinar a la postre quien se llevó el gato al agua, por inteligencia y valor, por entrega y capacidad. Tales fueron los vértices de sus dos faenas.
En su primero fue fundamental la colocación, en la distancia justa. Cuando el toro parecía intratable por su condición de andarín, se situó él en el sitio preciso para engancharle y, dejándole la muleta en la cara al final de cada pase, engarzarle el siguiente, dándole así continuidad a la serie. Fue algo prodigioso.
Pinar le sacó por el lado izquierdo un partido que antes nadie podía haber adivinado. Y aunque por el derecho fue harina de otro costal, también probó y estuvo a buen tono. Entre series se permitió cositas de muy buen gusto, como el cambio por delante enganchado a un natural y con el remate del de pecho.
La faena tuvo mucho mérito, y muy buenas formas. Por eso, la oreja. Trofeo de ley.
 
El sexto bis se movió, pero sin terminar de "romper", ya que tan pronto se venía de largo y humillado, desplazándose hasta allí, como se quedaba corto, frenándose.
Toro sin final, al que no valía atacarle, pues se hubiera venido abajo del todo. Lo que quiere decir que impuso muchas pausas en el trasteo. de hecho, el toro claudicó, y con él la faena. Pero Pinar, que aguantó en todos los casos una barbaridad, le sacó pases aunque aislados de muy buen trazo, y sobre todo muy sentidos. Lo dicho, en el pinchazo se quedó la oreja que presumiblemente le hubiera servido para salir a hombros. Desde luego la gente estuvo muy volcada con él.
 
Otro nombre importante en la tarde fue el de Sergio Aguilar. Quizás, algo frío, pero muy sincero y auténtico. En su primero, manso y un punto descompuesto, que pegaba un tornillazo al final de cada muletazo, sin embargo, hubo naturales muy bellos, de mucha enjundia, hasta que la faena perdió interés al venirse el toro abajo.
 
Algo parecido en el quinto, de más a menos, quizás por empeñarse en torear sobre el izquierdo cuando el pitón más aprovechable era el derecho, por donde hubo dos tandas muy ligadas y templadas, de mucha consistencia y ajuste. El toro duró poco, y Aguilar no pudo evitar que aquello se desmoronara.
 
Ferrera puso voluntad, y a veces más prisas de lo recomendable. Su primero, manso y soso, no obstante, se movió, y el hombre trabajó a destajo, pases y pases, a fin de cuentas para no dejar poso.
Con más posibilidades, el cuarto. De nuevo se echó en falta otra actitud, un planteamiento de faena mejor, más sosegado. Lo mejor de Ferrera, sus carreras y quiebros en banderillas en sus dos toros. Ahí no falló. 
 
FICHA DEL FESTEJO.- 
Cinco toros de Javier Pérez Tabernero y uno, sobrero, de Valdefresno, que hizo sexto, bien presentados y, aunque la mayoría mansearon incluso anduvieron en el límite de las fuerzas, en general muy toreables. La corrida tuvo muy buen tono aún con esos matices.
 
Antonio Ferrera: estocada corta y descabello (silencio) y dos pinchazos y estocada (silencio).
Sergio Aguilar: buena estocada (ovación); y pinchazo y estocada caída (silencio tras aviso).
Rubén Pinar: estocada (oreja); y pinchazo y estocada (ovación tras aviso).
 
En cuadrillas, buenos pares de banderillas de Pablo Saugar "Pirri" en el segundo.
 
La plaza tuvo algo más de media entrada en tarde soleada y apacible.
 

viernes, 10 de junio de 2011

Las Ventas: Silencios como Losas.../ Juan Miguel Núñez / EFE

Jairo Miguel confirmó la alternativa
(Foto M.A. Hierro / Burladero.com)

Silencios como losas,
y una ovación de poco eco
 
Juan Miguel Núñez / EFE
 
Madrid, 9 jun (EFE).- Cinco silencios como losas, y una ovación de muy poco eco al ser sustitutiva de una más que posible oreja en función de la calidad que tuvo el toro de esa faena, el único en la tarde con clase y posibilidades, resumen en definitiva de un festejo ayuno de contenido artístico, hoy en Las Ventas.
 
"EL CAPEA", FIRMEZA, SINCERIDAD Y RECURSOS
Sólo "se dejó" un toro, y al final de la corrida. Y encima no fue convenientemente aprovechado. Así hay que imaginar el plomazo de festejo.
No pudieron hacer gran cosa los toreros, en función del ganado tan poco apto. El público, por momentos, en la desesperación, tanto como la tarea de contar lo que allí pasó, o, para ser exactos, no pasó.
 
El primero de manso como toda la corrida, la dos veces que fue al caballo lo hizo al relance para terminar yéndose suelto. Cortito de embestida, no obstante, tuvo su punto de nobleza. Puerto no terminó de verlo claro en un trasteo sin asiento ni ajuste, con muchos enganchones.
Ya en el cuarto la cosa estuvo más complicada. Toro grande por alto y largo, y "enterándose", que se frenaba y se ponía por delante.
Puerto no se dio coba alguna, abreviando tras cuatro trapazos por la cara y sobre las piernas.
Nada del otro mundo que no fuera "la osadía" de un inoportuno tocamiento de pitón, adorno que no venía a cuento después de no haberse comprometido en absoluto con el toro. Un detalle con el que los toreros antiguos rubricaban una temeraria y poderosa pelea, que en este caso no se dio. Kafkiano Puerto.
 
"El Capea", muy puesto de todo, por disposición y recursos, con el peor lote, que ya es decir, firmó los pasajes más sinceros de la tarde. Muy firme y capaz en el tercero, que se quedaba corto y echaba la cara arriba en los remates, lució en la primera parte de la faena, en un par de tandas a derechas que no tuvieron continuidad por la condición del astado, que terminaría apagándose del todo.
Peor fue el quinto, toro incierto, muy bruto, que llevaba la cara suelta y reponía las embestidas. Otra vez quiso mucho "El Capea", con las ideas muy claras. Pero, lógicamente, sin superar lo imposible.
 
El confirmante Jairo Miguel anduvo indeciso en el de la ceremonia, tanto que eso fue lo que acrecentó la mala condición del astado, manso y "orientado", que al dejarle "la ventana" abierta, al torear más despegado de lo recomendable, sufrió un par de acosones a partir de los cuales el toro se hizo el amo.
El sexto, la gran excepción. Toro con calidad, desplazándose largo, templado y humillado. Jairo Miguel le pegó algún pase bueno, de mano baja y trazo largo, pero sin continuidad. Hubo más toro que torero. EFE
 
FICHA DEL FESTEJO.-
Cinco toros de Antonio Bañuelos y un sobrero de Adelaida Rodríguez que hizo cuarto al ser devuelto el segundo y correrse turno, bien presentados, pero mansos y deslucidos. El único que embistió por derecho y con calidad, el sexto.
 
Víctor Puerto: media ladeada (silencio); y media atravesada, pinchazo y tres descabellos (silencio).
Pedro Gutiérrez "El Capea": dos pinchazos y estocada (silencio); y casi entera perpendicular y descabello (silencio).
Jairo Miguel, que confirmó la alternativa: pinchazo, estocada y dos descabellos (silencio); y dos pinchazos y descabello (ovación tras aviso).
En cuadrillas, Ángel Otero saludó en el primero por dos buenos pares, el segundo muy ajustado y bello; y en el sexto hizo lo propio José Luis López "Lipi". En el tercero hubo también un buen par de José Rodríguez "El Puchi", aunque no llegó a desmonterarse.
 
La plaza tuvo algo más de media en tarde nubosa, con llovizna en el último toro.

jueves, 9 de junio de 2011

"El Juli" a pesar de todo, y la torería de Juan Mora / Por Juan Miguel Núñez / EFE


"El Juli" a pesar de todo,
y la torería de Juan Mora
Juan Miguel Núñez / EFE
Madrid, 8 jun (EFE).- Una tarde de toros imposible por el escaso contenido del ganado, sin embargo, tuvo dos notables protagonistas, "El Juli", por su irrefrenable ambición y capacidad para resolver en todas las situaciones, y Juan Mora, por su forma de concebir la estética, suma torería, en la de Corrida de la Beneficencia, hoy en Las Ventas.
TOROS SIN CONTENIDO
La corrida de más brillante abolengo de la temporada, la de la Beneficencia, no ha dado resultado. Con la falta que hacía. En tiempos de tantas contradicciones para "la Fiesta", hubiera sido fenomenal una apoteosis, y que la disfrutara el heredero de la Corona que apenas se deja ver por las plazas de toros.
Pero no hubo suerte con los toros, puesto que fue el ganado la piedra de toque del fracasado festejo. Corrida, exceptuando el birrioso tercero, digna de presentación, sin embargo, sin ningún contenido.
De parte de los toreros, nada del otro mundo, aunque hay que rescatar la capacidad del "Juli" para estar en todas las apuestas posibles, a veces incluso con un ambiente en contra muy desagradable cuyo origen le era ajeno. "El Juli", por disposición y arrestos, por la responsabilidad asumida, mereció más. Y más hubiera alcanzado si llega a meter la espada a la primera en sus dos toros.
También Juan Mora, con un extraordinario sentido de las formas, por el empaque y solemnidad en la manera de oficiar la liturgia de la lidia, merece asimismo un punto y aparte en el comentario.
Un juan Mora que estuvo lo que se dice "hecho un tío" en el bronco y violentón primero. Parece mentira, una carrera tan cuaja en mil vicisitudes, todavía con capacidad para aguantar situaciones extremas como las de hoy. Mora, muy firme, muy capaz en este primero, aunque por las características del toro nada pudo resolver.
Frente al cuarto, vale destacar su intención de dar réplica con el capote a un quite de "Morante", pese a que la ejecución no resultó del todo, si no un lance aislado y la media de remate. Con la muleta, prácticamente igual, cosas aisladas, aunque haciendo especial hincapié en un cambio de mano por delante en las probaturas, un cartel de lujo. No ayudó el toro, y no hubo más que "cositas" aisladas. No pudo ser más.
Al "Juli" no le venció el desánimo de un ambiente en contra por la escasa presencia y si cabe menos contenido de su toro primero. A base de insistir doblegó primero al toro, y terminó "metiendo" también a la gente en la faena. Muy seguro y resuelto, muy capaz, hizo las cosas muy bien. Al final no hubo trofeo por el fallo a espadas.
Y algo parecido en el último, un toro rebrincado y descompuesto, al que llegaría a darle "fiesta" por los dos pitones, aunque al final se impuso la mala condición del astado, su extrema sosería.
"Morante" pasó de puntillas, desentendiéndose al primer extraño de sus toros. es verdad que su primero fue más que brusco e incómodo, áspero y violento. Se movió, lo cual hizo que resultara peor. El quinto, a su aire, con la cara suelta y quedándose corto, tampoco le dejó desahogos. EFE
FICHA DE LA CORRIDA.-
Cinco toros de Victoriano del Río y uno -sexto- de "Toros de Cortés", de la misma casa ganadera aunque distinto encaste, aceptablemente presentados, pero descastados, sosos y deslucidos. El cuarto fue aplaudido aunque no se sabe bien por qué, pues a pesar de que se movió nunca tuvo intención de embestir por derecho.
Juan Mora: estocada trasera (silencio); y estocada y cuatro descabellos (silencio).
José Antonio "Morante de la Puebla": media pescuecera (pitos); y dos pinchazos, estocada y descabello (silencio).
Julián López "El Juli": estocada "que hace guardia" y dos descabellos (división de opiniones); y casi media (silencio).
En las cuadrillas, buena intervención a caballo de Carlos Prieto en el cuarto.
Presidió la corrida el príncipe don Felipe de Borbón, en el Palco Real, acompañado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Los tres espadas brindaron sus respectivos primeros toros a su Alteza Real.
La plaza tuvo lleno de "no hay billetes" en tarde espléndida.

miércoles, 8 de junio de 2011

Un buen toro, pero sin torero / Juan Miguel Núñez / EFE


Un buen toro, pero sin torero

Juan Miguel Núñez / EFE

Madrid, 7 jun (EFE).- Un buen toro en la tarde, el tercero, sin embargo, no encontró debida respuesta de parte del torero, Matías Tejela, que se dejó ir una clara oportunidad, hoy en Las Ventas, en la corrida que inauguró la Feria del Aniversario.

FRACASA TEJELA
Salvo el tercero, no embistió adecuadamente la corrida. Con lo cual todas las disculpas para los toreros. Todas menos las que no caben con ese tercer toro. Un gran toro, conviene precisar.

Matías Tejela no pudo, o no supo, o las dos cosas a la vez. Con lo cual "el pecado" es mayor. Una oportunidad para encumbrarse, se la dejó escapar.

Un toro con nobleza y clase, con el "carbón" justo, pues aportó mucho pero permitiendo todos los desahogos. Toro con fijeza, intensidad y profundidad. Toro para haber formado un lío en el buen sentido.
Pero toro, por otro lado, que podía ser perfectamente también el de la maldición de la gitana, aquella que según cuenta la tradición popular, al sentirse contrariada por la falta de generosidad de determinado torero al que había pedido limosna, le sentenció con un "permita Dios que te salga un toro bravo", aventurando que podría ser arma de doble filo que contemplara la posibilidad de un fracaso.

Y así ha sido con Tejela, que ha tenido un toro importante, bravo por supuesto, con el que no ha podido.
Hubo, no obstante, cosas notables, como el recibo de capote, lanceando en corto, con seguridad y buen aire. Y algo parecido en las probaturas con la muleta, con gusto, variedad e inspiración. Incluso en la primera tanda a derechas, cuando a partir de que el toro "rompió"a embestir largo y por abajo, todavía Tejela acertó a darse cierta importancia, con reposo.

Pero hasta ahí, pues enseguida vinieron las prisas, tanto en el tiempo como en el espacio. Las series no pasaron de tres y el remate, y todo muy rapidito. Había más calidad en el animal que en el hombre.
El toro a más, y la faena a menos. Y como colofón del despropósito, el fallo a espadas. Tejela entró tres veces "a por uvas". El público fue demasiado bueno sacándole a saludar, aunque la ovación grande había sido para el toro en el arrastre.
El sexto fue toro sin fuerzas ni casta, sin gracia ni emoción. Y Tejela, por mucho que lo intentó, tan perdido o más.

"Rafaelillo", sin toros. Su primero aguantó una primera serie a derechas de buen trazo y exquisito fondo, pero enseguida se vino abajo, y con el toro la faena. El cuarto, sin mala intención, en cambio se desentendía de los engaños. El hombre hizo otra vez el esfuerzo, pero sin toro fue imposible.

Algo parecido le ocurrió a Urdiales con su manso primero, que no aportó nada. Puso mucho más el torero que el toro, aunque a la postre sin conexión con el tendido. La faena al quinto, muy trabajada, tampoco llegó a ningún lado, de nuevo por la mala condición del astado, que se lo pensaba mucho y no terminaba de pasar. EFE

FICHA DEL FESTEJO.-
Cuatro toros de Los Bayones y sendos sobreros, uno de Fraile Mazas que salió en quinto lugar al ser devuelto el segundo y correrse turno, y otro de Valdefresno que hizo sexto. Corrida bien presentada pero mansa y deslucida, con escasas fuerzas y en el límite de la raza. El tercero fue la excepción, un buen toro en todos los aspectos, ovacionado.

Rafael Rubio "Rafaelillo": tres pinchazos y media (silencio tras aviso); y media tendida y trasera (silencio).
Diego Urdiales: media y dos descabellos (silencio tras aviso); y estocada (silencio).
Matías Tejela: dos metisacas, estocada caída y descabello (ovación); y estocada (silencio).

En cuadrillas, José Mora saludó en el primero tras dos ajustados pares.

La plaza tuvo algo más de media entrada en tarde lluviosa con agua intermitente a partir del segundo.

miércoles, 1 de junio de 2011

San Isidro: César Jiménez por la Puerta Grande / Por Juan Miguel Núñez

-César Jiménez trinufador en Las Ventas-
Fotografía: Luis M. Sánchez-Burladero

César Jiménez por la Puerta Grande
 tras hacer lo más importante de la feria
Juan Miguel Núñez / EFE
Madrid, 31 may (EFE).- Lo más importante de la feria de San Isidro lo ha hecho hoy Cesar Jiménez en Las Ventas, en sendas faenas de una oreja cada una, en las que se premió la plasticidad y la hondura, la entrega y el valor, la técnica y la torería, como magnífico compendio del mejor toreo.
ROTUNDO CÉSAR JIMÉNEZ
Dos orejas, una en cada toro, de muy distinto significado, las que cortó César Jiménez para salir a hombros por la Puerta Grande. Dos orejas, hay que advertir, de una absoluta rotundidad. La primera fue escasa para el reconocimiento que mereció la faena.
Aunque todavía faltan dos días para que caiga el telón de la feria, ya se puede aventurar que esa faena de Jiménez a su primer toro va a tener consideración de "la mejor" del serial. Mal que le pese al presidente, que jugó a la contra, remoloneando para sacar el pañuelo, que aguantó hasta el último instante para cansar al público en la petición, y evitar así el doble trofeo.
Malvada estrategia para negar y reconocer lo evidente: la faena más exacta y rotunda, la más compacta y bella, la más emotiva también por las características del toro, que aún teniendo clase fue muy fiero y exigente. La faena de la feria, para ser claros. La más importante con diferencia de las que se han llevado a cabo este mes de mayo en Las Ventas, dicho sin querer hacer de menos a Alejandro Talavante y a José María Manzanares, premiados cada uno de ellos con el doble trofeo de un toro.
Gran toro el primero, sí, pero había que estar ahí. Siempre se ha dicho de estos toros que son los que descubren a los malos toreros, puesto que son los pueden dejarlos en evidencia. Y habría que aplicar esa misma fórmula pero con la variante de que es ahí donde hay que ver también a los buenos toreros, caso de César Jiménez. ¡Qué maravilla de torero!
La faena resultó maciza por la forma que tuvo el torero de afrontar el reto, muy plantado y firme. Y bella y emotiva, de una extraordinaria hondura, por la interpretación, de mano muy baja, con media muleta barriendo la arena. Figura de notable empaque y arrogancia, de mando y poderío, de mucha suficiencia.
Mejor si cabe por el pitón derecho, aunque al natural también hubo pasajes de alta nota. Al caer el toro tras la estocada, la plaza se puso blanca de pañuelos como nunca había estado esta feria. Le faltó sensibilidad al presidente para haber sacado el primer pañuelo mucho antes de que las mulillas estuvieran a punto de arrancar para el desolladero. Muy mal "el Palco".
Menos mal que todavía hubo oportunidad para redondear la tarde, con el sobrero de Carmen Segovia que hizo quinto, aunque mirándolo bien tampoco fue tal oportunidad, pues no fue nada claro este toro, berreón y un punto violento.
Jiménez -quien sabe lo que busca encuentra lo que quiere- estuvo muy despejado de ideas y, de nuevo, con firmeza consiguió imponerse al astado en una faena también de interesantes apuntes. De nuevo funcionó la espada a la primera, y cayó la otra oreja con la que tan merecidamente iba a abrir la Puerta Grande.
Del resto del festejo hay que señalar que Eugenio de Mora, con un lote infumable, estuvo muy digno, y sin darse importancia, con aplomo, entrega y sinceridad, con valor y recursos. En el marrajo primero, manso y con mucho genio, tragó lo indecible. Y aguantó asimismo el tirón con el imposible cuarto, que no tuvo un pase por ningún pitón.
Javier Cortés pasó algunos apuros con el tardo y bronco primero, en el que se hizo un autoquite de mucha serenidad cuando estaba caído a merced del toro. El sexto, sin clase no fondo, puso otra vez a prueba su voluntad, pero no hubo forma.
Al final, a hombros César Jiménez, torero "resucitado" después de cinco años con otro "portazo" que no fue convenientemente rentabilizado. El reto ahora es para su apoderado, Ángel Bernal, que tiene que volver a ponerlo en todas las ferias. "La Fiesta" lo necesita. EFE
FICHA DEL FESTEJO.-
Cinco toros de Peñajara, bien presentados y de juego desigual, destacando el buen segundo, extraordinario toro, bravo en el caballo, y en la muleta con clase y fiereza, mucha "transmisión". Toro, naturalmente, ovacionado en el arrastre. Los otros cuatro, bajos de raza y de poco juego, sobre todo primero y cuarto, estos con peligro. El quinto, sobrero de Carmen Segovia, se movió pero con brusquedad.
Eugenio de Mora: estocada desprendida (silencio); y estocada desprendida (silencio).
César Jiménez: estocada (oreja); y estocada (oreja).
Javier Cortés: pinchazo, estocada baja y cuatro descabellos (silencio); y estocada (silencio).
En cuadrillas, Jesús Arruga, "tercero" de la cuadrilla de Jiménez puso dos estupendos pares en los toros segundo y quinto, desmonterándose en este último, e invitando a compartir la ovación a su compañero José Daniel Ruano.
En la enfermería fue atendido Eugenio de Mora de "una herida en la cara dorsal de la mano derecha, de pronóstico leve".
La plaza se llenó en tarde de nubes y claros.
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