domingo, 11 de septiembre de 2011

QUITO: MUERTE EN EL RUEDO / Por Fortunato González Cruz

Vuelta al ruedo al toro de la ganadería de Triana
Lidiado y muerto por Enrique Ponce siendo premiado con dos orejas rabo /Fotografía La Loma/

Muerte en el ruedo

Fortunato González Cruz***

Mérida, Domingo 11 de septiembre de 2011

Apreciado amigo don Juan Lamarca: 

Me pides unas reflexiones sobre la prohibición de la muerte del toro en el ruedo contenida en la novísima Ordenanza sobre las corridas de toros en Quito. He iniciado el escrito varias veces y cuando avanzo unos párrafos se va la corriente eléctrica (entre 9 y 11 de la noche) a consecuencia de los apagones sorpresivos ordenados por el gobierno de Chávez. Recupero parte de lo escrito pero no el hilo de las ideas expuestas, sustituidas de repente por la impotencia y la rabia. Intento retomar la narrativa pero claman en mi subconsciente los miles de muertos de Nueva York –la televisión difunde imágenes de hace 10 años- que recuerdan la frialdad con la que el hombre es capaz de matar a sus semejantes en cantidades industriales, segando vidas que fueron cada una un proyecto, convertidas en muertes anónimas, en un túmulo erigido en símbolo, porque muchas de esas muertes no tienen ni siquiera identidad. 

Para vivir a plenitud no se puede pensar en la muerte, menos en la propia. Se aleja para que no interfiera en la cotidianidad de nuestras vidas pese a ser un acontecimiento impredecible e inaplazable. Nos desentendemos de la muerte para ocuparnos de la vida. A lo sumo la confiamos a Dios para hacer posible la libertad con todas sus consecuencias, pero sin plantearnos la posibilidad de nuestro turno. En su empeño por olvidar la fatalidad, la trasladamos al lenguaje de los símbolos en el que desarrolla plenamente sus posibilidades, porque en el mundo del misterio y la leyenda ya no es una amenaza, no pende sobre cada uno de nosotros, ni siquiera nos asusta como cuando la vacilante llama de una vela proyectaba sombras en las viejas tapias encaladas. En el mundo de la imaginación sí que puede extenderse la ilimitada posibilidad de jugar con ella, como el torero, embebido en su adrenalina, transmutado en ráfagas sólo perceptibles por los elegidos. Es la diferencia entre ver la muerte en los noticieros, ordenarla o ejecutarla por maldad, y hacer culto de ella reconvertida en un rito artístico y fugaz. 

Occidente hizo de la muerte un símbolo. Grecia la representó en Tánatos, los aztecas en Mictecacihuatl, los mayas en Ah Puch y los Incas en Supai, dioses individuales. Dante la colectiviza cuando la guadaña de la peste segaba pueblos enteros, y Juan Rulfo nos mete a todos en los diálogos que nunca se sabe si son reales o de ultratumba. Posada hizo de ella una seductora calavera: “La Catrina”, la representación más mexicana de la muerte, que me hechiza. Hace poco me hice tomar unas fotografías en una exposición de “catrinas” en la plaza de Guadalajara. Todas estas muertes están cargadas de valores simbólicos, incluso metafóricos, porque son alternativas a una realidad que tratamos de evitar. Pero la mayor carga alegórica de la muerte la propone el cristianismo, que la coloca en el centro de la esperanza. No una muerte cualquiera, sino la más cruel, injusta y brutal de todas las muertes, como para que todas quepan en ella y todos los muertos se abracen a la cruz del Redentor en su afán de prolongar la vida por todos los siglos. No en vano la fiesta brava ha estado tan ligada a los pueblos católicos como el español, el mexicano y el quiteño, aunque esto no lo entiendan muchos de los infelices que eventualmente ocupan cargos de autoridad sobre esas colectividades. 

La muerte humana despliega la esperanza mientras que otras muertes carecen absoluto de significado, salvo que el hombre le imprima uno gastronómico, experimental o ritual. ¡Hemos disfrutado juntos de un cochinillo a la segoviana! El toro de lidia es un ser escogido por los dioses para prolongar su existencia como ningún otro animal. Se le recordará por su nombre transmutado en alegoría de una estirpe única, porque ha de morir en una plaza luego de dar testimonio de su casta, de su bravura y de su nobleza. ¿Quién recordará los toros quiteños, retirados a morir apuntillados en los chiqueros? Sin el sacrificio ritual en el ara del ruedo, la lidia seguirá siendo un espectáculo pero jamás la liturgia cargada de estremecimientos. La voluntad legal de unos hipócritas transforma al toro, que nació y se crió para eternizarse en una plaza; al torero que ya no será matador de toros, y al arte en el que la muerte heroica es su esencia. ¿Qué se pretende? La consecuencia es la desnaturalización del arte taurino. Ahora los quiteños montarán algo como el rodeo norteamericano o maniobras de circo pero no llamen a eso corrida de toros. 

Apreciado don Juan: Nos ha correspondido vivir tiempos de grandes cambios muchos para bien y otros que nos parecen en franca negación de valores permanentes. El honor, la palabra empeñada, el respeto al derecho ajeno, el trabajo como única fuente legítima del bienestar y la prosperidad se mantienen, no tengo duda de ello; pero hay cosas que adquieren protagonismo que chocan contra esas convicciones que nos parecían eternas y que son eternas. Entre ellas obran algunas minorías portadoras de la peste que como votan, sus proposiciones alcanzan categoría política. Es el riesgo advertido hace más de 2000 años por Aristóteles. No sucede en todas las sociedades con semejante intensidad, pero vivimos en las que nos toco en suerte. Me dijiste una vez que la feria de Quito era la mejor de Iberoamérica por la cordialidad de la gente, el ambiente festivo y la calidad de sus corridas de toros. En torno a ella han surgido ganaderías emblemáticas, toreros valientes, empresas prósperas, grandes amistades que comparten sueños e ilusiones en las que el toro juega el papel de símbolo de los valores que cultivamos. ¿Y ahora? Unos cuantos farsantes la reducen a una monumental payasada. No dudo que acudirán a ella algunas de las figuras del toreo, como van a tantos feriales echando por delante los veedores que cuidarán la selección de toros cómodos y le harán los arreglos que disminuyan los peligros, de modo que el público circense los aplauda y cronistas de sobre los alaben; mientras tú y yo, y los amigos de la Dinastía Bienvenida y muchísimos más nos resignamos entre vinos y tapas a vivir la decadencia y tratar de hacer lo que humanamente podamos. 

No son tiempos de héroes, que los hay. El premio Príncipe de Asturias reconoce los de Fukushima, por ejemplo. En el arte taurino hay quienes merecen respeto, no a ellos se dirige la legislación quiteña al resignar la autoridad de la plaza en el empresario, como para que lo que suele arreglarse en la trastienda adquiera legitimidad, sin pudor, con el permiso de la autoridad porque el tiempo y las circunstancias lo permiten. Sin embargo, nos quedan alternativas, incluso en Ecuador. Te esperamos en el ferial merideño, donde también se cuecen habas.

Tu amigo 

Fortunato
*****
***Fortunato González Cruz, 
Catedratico de la U.L.A. de Mérida-Venezuela / Miembro de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales / Fundador y Director de la Cátedra de Tauromaquia "G. Briceño Ferrigni" de la U.L.A.

El alguacilillo entrega a Enrique Ponce los máximos trofeos
concedidos por la Autoridad de Plaza.
/Quito 2010/ Fotografía La Loma

José Tomás / Me planto / Por Paco March


José Tomás recogiendo al primero


Me planto

Paco March

09/09/2011.-/Burladero.com/
Asumido que quien esto firma no es más que un pobre gacetillero taurino de provincias (concretamente de Barcelona y por poco tiempo) al que no respalda ningún gran grupo empresarial y de comunicación de ámbito nacional, lo que me deja al pairo.Reconocido el inalienable derecho a libertad de expresión y el juicio crítico que a partir del conocimiento de lo tratado explica o lo intenta el milagro del toreo, me planto.

Me planto ante la "inmoralidad" de quien firma Del Moral, pues "in-moral" me parece la persecución sistemática, el insulto permanente, la descalificación sin argumentos que tal crítico lleva emprendida cual cruzada contra el diestro José Tomás y quienes, desde la información taurina, cantan su toreo.

Inmoral e indecente es, además, vestir camisa amarilla el día del regreso a los ruedos y la vida, -vivir sin torear no es vivir-, del mencionado JT, en Valencia el 23 de julio.Me planto ante la inisidiosa campaña del crítico titular del diario El Pais, Antonio Lorca, con José Tomás como primer objetivo. El último ejemplo de ello, la crítica de la corrida de Valladolid el 8 de septiembre.

O los miles que abarrotamos la plaza fuimos víctimas de una alucinación colectiva o Lorca miente. Donde ve toros birriosos, once mil quinientos (dejo cuarenta sin contar) vieron ejemplares bien presentados y de astifina cornamenta la mayoría. Donde escribe que el torero estuvo mal, torpe, desordenado, sin ideas, incoloro, inodoro e insípido, once mil quinientos escribirían, (siguiendo la estela de las valoraciones de Lorca), que el torero estuvo muy bien, entregado, pausado, despejado y con el color de la luz del toreo, el olor del mejor perfume y el sabor de los grandes.

Donde mediocridad, excelcitud. Donde chicuelinas vistosas, chicuelinas grandiosas, Donde novillote angelical, toro con querencias de manso. Donde torero sin confianza ni gracia, torero grandioso y entregado. Donde pases insulsos, toreo prefecto. Donde quiero y no puedo lamentable, porfía cabal. Donde, donde, donde...Hay más "dondes" y hay más "quienes" para plantarse.

A todos ellos quizás convendría recordarles cosas como las que escribió Clarito sobre la corrida del 15 de mayo de 1920 en Las Ventas en la que Joselito y Belmonte salieron de la plaza bajo una lluvia de almohadillas, lanzadas al ruedo por un público que en ese instante, no era más que el brazo ejecutor de lo que la crítica del momento venía escribiendo sobre José y Juan.

Un día después, en Talavera, "Bailaor" lo completaba.

Por eso y por mucho más, me planto.

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El ganado...
Manolo Sánchez por delante
...Leandro por detrás....
Punto Radio....y los palmeros

ÚBEDA: XVI PREGÓN TAURINO DE LA FERIA DE SAN MIGUEL


Ú B E D A
XVI PREGÓN TAURINO
FERIA DE SAN MIGUEL 2011

Organizado por la Peña Taurina "Carnicerito de Úbeda", la ciudad monumental Patrimonio de la Humanidad va a celebrar su Pregón Taurino en su décimo sexta edición con motivo de su Ferias y Fiestas de su santo patrón el Arcángel San Miguel.

El pregonero es de lujo, un prestigioso y reconocido aficionado como Don Agustín Hervás que desde su página de la red de Interner "Los Toros con Agustín Hervás", contribuye al mayor engrandecimiento de la Fiesta Nacional informando con veracidad e independencia, y cultivando y difundiendo los valores que la sustentan.

Loable y meritoria es la labor del presentador Don José Cisneros, fundador y presidente de la entidad organizadora, la Peña Antonio Millán "Carnicerito de Úbeda" desde la mantiene el recuerdo y devoción por el grandioso torero ubetense que dejara huella indeleble en el corazón de sus paisanos, y desde dónde ha lanzado su cruzada en pro de la difusión de los toros, de su pureza e integridad, además de su buena herramienta en Internet con su pág. web De Catafalco y Oro.

Desde este medio expresamos nuestras felicitaciones a estos dos grandes espadas  anunciados, y a los ubetenses por disfrutar del magno acontecimiento que va a suponer este Pregón Taurino, y con los mejores deseos de una feliz Feria de San Miguel. 

 Bordando el pase natural

TOVAR: OREJA PARA GIRÓN, CON PUERTA GRANDE PARA EL REJONEADOR JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ.

César Girón corta una oreja, que redime la tediosa tarde de toros de ayer, donde igualmente el triunfo se lo llevó el rejoneador José Luis Rodríguez, al pechar el toro más bravo de la función. Foto: Leo León

2ª DE LA FERIA DE LA VIRGEN DE LA REGLA

Deslucido encierro de Campolargo 
que salva un toro de Rancho Alegre
OREJA PARA GIRÓN, 
CON PUERTA GRANDE PARA JOSÉ LUIS

RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ

TOVAR (Mérida, Ven.).-  La corrida de ayer en pocas palabras fue un “tostón” en toda su magnitud. Ni la oreja de César Girón al 5º, ni las dos orejas que le dieron en la labor de cierre al rejoneador José Luis Rodríguez salva de la quema un festejo que transcurrió entre el bostezo y el hastío total, lo cual es malo para lo que se llama una corrida de toros.

Y precisamente los toros en parte tienen culpa del resultado. Sacamos de este apartado el bravo castaño que cerró plaza, precisamente para rejones, un manantial de bravura de principio a fin, que fue aprovechado por el jinete merideño, en lidia solvente, efectista, ayuna de la pureza que debe contar el clavar al estribo y no a la grupa como lo fueron la mayoría de rejones y banderillas que se prodigó. En fin, corta historia que se complementa con la oreja que por petición del público el palco presidencial concedió. Si no lo hace, igual nada hubiese pasado.

Petardo monumental el que se ha pegado en su presentación en el ruedo tovareño el mexicano Alejandro Martínez Vértiz. Ni con su primero, ni con el que hizo cuarto el ya mayorcito espada se le vio luz en su planteamiento. Dubitativo, falto de sitio, sin ideas claras de lidia, pasó sin pena ni gloria por el redondel del Coliseo. Una pena, porque se esperaba mucho más, sin redimirlo de culpa que pechara con antagonistas a contraestilo, descastados, sin clase, ritmo cambiante en su embestida, pero tampoco sacando a relucir recursos para solventar dichos problemas propios de un toro bravo. Al final la desaprobación entre los presentes era evidente, al igual que la contrariedad del propio torero y su padre en el callejón.

César Girón se presentaba en Tovar, frente a un exponente de irregular comportamiento tanto en varas como en muleta, donde la voluntad por agradar del sevillano se colocó en evidencia en todo momento. Largo y variado fue su labor con la pañosa, siempre por encima de las condiciones del animal, en especial por la mano diestra donde se sintió a gusto. El certero medio espadazo perpendicular hizo de la muerte del toro una viva imagen de aquella escultura del valenciano Mariano Benlliure.

Más asentado y en momentos artista se le observó en los comienzos de actuación frente a su segundo, animal mucho más agradecido en el trato que en los tercios previos al de muleta dispendió el nieto de el Gran César Girón. Las series por la derecha, cuatro para ser más precisos, llevaron aroma y sentimiento caro hasta que el bruto acorto recorrido. En esos terrenos se adentró el hijo de Doña Mirna, para cincelar una labor, con altibajos que era un oasis en pleno desierto a lo que había sido hasta ese momento la corrida. El pinchazo previo a la estocada entera, para cortar la oreja, por petición mayoritaria de público, no precisamente por los entendidos.

Orellana, el torero del patio, luciendo un precioso terno “de la aguja” no ha podido coronar el triunfo que se le resiste con rotundidad en esta, su plaza. Con su primero, por momento atropellando la razón, a pesar de las enormes ganas se le vio al espigado torero, llevándose incluso una voltereta y un achuchón, sin afortunadamente que lamentar. De esta labor se destaca su toreo por verónicas, con suavidad. La media tendida y trasera, fueron salvoconducto para saludar al tercio.

Los faroles de rodillas despertaron del letargo a los presentes ante el sexto, motivo para que Orellana “echara toda la carne en el asador” para no irse vacío. Pero otro fue el cantar de dicha actuación, pues el toro pronto cortó recorrido por ambos pitones, sin humillar lo que a pesar del incondicional apoyo de los paisanos no hizo eco en los tendidos. Cuatro viajes con el acero, ante de tres golpes con el descabello dejaron su acto en silencio y preocupante panorama, ante lo que implica el que aún se le resistan en triunfos las plazas de su estado natal.

Cerró plaza la actuación del rejoneador José Luis Rodríguez, el cual ya habíamos señalado los derroteros por los cuales transcurrió. Que tiene una excelente cuadra de caballos, es evidente. Que la veteranía es un grado que no se oculta, se le reconoce. Que tuvo ante sí un gran colaborador que fue «Andino» Nº 83, de Rancho Alegre es punto importante para definir su triunfo de ayer, el mismo que le redime de los petardazos vistos en San Cristóbal, ultima ocasión donde le habíamos observado. Otra cosa es la pureza de su toreo a la jineta que tanto se ufanan en endilgar. Materia aún pendiente, para quien actualmente es referencia del rejoneo en nuestro país. ¡Ahora quien le aguatan a sus acólitos cantarle este triunfo!. Amanecerá y después veremos…

FICHA DEL FESTEJO 

Plaza de Toros Coliseo de Tovar. Sábado 10 de Septiembre de 2011. 
II corrida de la 168ª Feria de la Virgen de Regla. 

Con casi lleno en los tendidos, con escasos claros en el tendido general, se han lidiado seis toros de CAMPOLARGO (Juan Campolargo), justos de presencia, corralones, descastados, con asperezas en la muleta, siendo el más potable, en lo que cabe, el corrido en 5º lugar. 
Para rejones se corrió en 7º lugar un astado de RANCHO ALEGRE, bravo con los caballos, el cual no se cansó de perseguir las cabalgaduras. 
Pesos: 496, 445, 425, 428, 430, 430, 425.

Alejandro Martínez Vértiz (Lila y plata), silencio y pitos. 

César Vargas Girón (Blanco y plata), saludos desde el tercio y oreja. 

Rafael Orellana (Blanco y azabache), saludos desde el tercio y silencio. 

José Luis Rodríguez (Casaquilla negra a la usanza portuguesa), dos orejas. 

INCIDENCIAS: Buenos pares de Jorge Uzcátegui “Chirimoya” además de buena vara de Alfredo Guimerá al 5º. 
*** Martínez Vértiz se presentaba en Tovar con «Bailador» Nº 898 de 496 kilos al igual César Girón, con «Mocotíes» Nº 890 de 445 kilos.

Las Ventas: Fabio Castañeda consigue saludar en el sexto.

Fabio Castañeda /Foto Ricardo Relvas/

Las Ventas; Fabio Castañeda consigue saludar en el sexto
Dos banderas, un torero


Aleyda Baz  /Burladero.com/

Madrid / 10-09-2011
La española, la portuguesa y la venezonala. Tres banderas de las Ocho del Torneo estaban presentes hoy en Las Ventas. Y cada una traía un nuevo representante de sus colores. Sin embargo, ha sido la última la que ha ondeado con más fuerza, compartiendo sus movimientos y sus colores con la dueña del coso madrileño.

Fabio Castañeda /Foto Ricardo Relvas/

Venezolano de nacimiento y taurinamente español. Fabio Castañeda ha representado a Venezuela, pero el árbol de su concepto ha crecido con agua y sol español, concretamente de la Escuela de Madrid. Con novillos complicados ha tenido que presentarse, al igual que sus compañeros. Buenos detalles ha dejado con el capote en los dos de su lote, con más arrojo en el primero y más lucimiento en el segundo. 

Pares de banderillas esperando esas embestidas que parecía que no llegaban. Con 'Tabaquero', ha brindado la faena al público. Al respetable de su segunda patria que Fabio ha querido ganarse iniciando su faena desde los medios, cruzándose siempre a pitón contrario y llevando toreado a su adversario con una muleta bien presentada.

El bragado se caía y ambos se reponían para seguir hilvanando tandas. El genio de uno y el arrojo del otro se han compenetrado para poder transmitir. No obstante, ese genio se ha convertido en sentido y Castañeda ha cogido la espada. A pesar de la estocada trasera, algo más que el frío silencio hubiese merecido. 

Menos dispuesto a aceptar muletazos del venezolano ha estado el sexto. 'Mestizo' tenía dos caras. La primera: se arrancaba de lejos y tenía prontitud. La segunda: se revolvía con facilidad y buscaba el punto y la banda. La primera faceta la ha desarrollado en la primera tanda; pero ha sido la segunda la que ha permanecido durante toda la faena. Sus peores cualidades han salido a la luz y el venezolano, fallando también con los aceros, sólo ha podido dejar el sabor de boca de la voluntad y el valor.

'Vontade e desejo', voluntad y ganas ha dejado también el portugués. Buen concepto el de Manuel Dias Gomes, que representaba al país vecino y que también entregaba su tarjeta de presentación al coso madrileño. Esas dos cualidades novilleriles las ha dejado patentes en los dos de su lote. El primero tenía una embestida más rebrincada, con derrotes o intentos de cornada, que necesitaba más dominio. Un dominio que el portugués podría aplicar si llevase más contratos a sus espaldas. 

El quinto, el de Navalrosal, ha dejado claro al portugués que su intención era conocer su idioma de cerca. Oídos sordos ha hecho Dias Gomes con su ¡eh, toro!, aguantando las miradas aviesas y las intenciones desagradables de su adversario.'Tamarín' se paraba en mitad del pase y arreaba cuando nadie se lo pedía. 

Una embestida sosa y deslucida, siempre a media altura por la falta de fuerzas, ha tenido el primero de Arauz de Robles. Exigía una cara más tapada y un novillero con más oficio que el que tenía delante. Sin embargo, Emilio Martín lo ha intentado a pesar de su falta de firmas y de sumas de fechas. Otra historia ha sido el cuarto. Era complicado, sí. Una embestida muy rebrincada con escasez de fuerzas y sin ninguna clase. Pero a poco ha sabido el macheteo. Se entiende la falta de oficio, la de ganas es más complicado. 

La segunda del Torneo Ocho Naciones acababa con el movimiento de las banderas venezolana y española a la luz de la luna madrileña. En su recién estrenada andadura con los montados; la primera es su tierra, su madre. La segunda, su vida.

Fabio Castañeda / Foto Ricardo Relvas/

 Ficha del festejo
Las Ventas. Menos de un cuarto de plaza. Cinco novillos de Arauz de Robles y uno de Navalrosal, el quinto. Reservones, parados, mirones y con malas intenciones la mayoría de los seis. Algo más de transmisión ha tenido el tercero, muy poca fuerza el cuarto y muy complicado el quinto. 

Emilio Martín (blanco y oro): silencio tras aviso y silencio.

Manuel Dias Gomes (verde y oro): silencio tras aviso y silencio.

Fabio Castañeda (salmón y oro): silencio y saludos

 Fabio Castañeda / Foto Ricardo Relvas/
 Manuel Días Gómes / Foto Muriel Feiner/
Emilio Martín /Foto Muriel Feiner/

sábado, 10 de septiembre de 2011

César Girón el único matador americano que ha indultado un toro en España.

CÉSAR GIRÓN
  único americano que ha indultado un toro en España

Agréguele Ud,. amable lector, a todas las proezas del maestro venezolano César Girón en el mundo de los toros, el haber sido el único venezolano que ha indultado un toro en España ... Y hay que ver los grandes toreros americanos que han sido triunfadores en España

Nelson Arreaza 

Los logros obtenidos por César Girón no paran, porque entre otros se destaca el de haber sido el único torero americano en indultar un toro en España. El hecho ocurrió en Jerez de la Frontera (Cádiz), el 11 de septiembre de 1955 en la primera corrida concurso de ganaderías. En esa ocasión alternó con Antonio Bienvenida y Rafael Ortega que lidiaron toros de Juan Pedro Domecq, Marqués de Villamaría, Antonio Urquijo, Joaquín Buendía y Curro Chica y Eduardo Miura Fernández.

Luis Fernández Salcedo, en su obra “Verdad y Mentira de las Corridas de Concurso” explica como el diestro venezolano realizó tal hazaña, que de hecho fue histórica porque fue en la primera corrida de este tipo que se celebraba en la plaza jerezano y que posteriormente se convertiría en una de las más importantes corridas que se celebrarían en el calendario taurino Español.

“Desteñido”, número 6, con 447 kilos, perteneciente a la ganadería de Juan Pedro Domecq era el toro en cuestión y se lidió en tercer lugar, era gordo y enmorrillado y había nacido el 10 de septiembre de 1950, lo que quiere decir que tenía al momento de ser lidiado cinco años y un día de nacido. Dio una lidia excepcional desde que César Girón lo toreó con el capote, en varas dio una gran pelea al punto que en una de las entradas al caballo la vara se quebró quedando dentro del toro los primeros 32 centímetros de la vara.

César Girón entendió perfectamente las características del formidable toro y con el capote lo toreó superiormente por verónicas, lo banderilleó con su habitual maestría y posteriormente con la muleta realizó una colosal faena, con pases de todos los tipos, y cada vez mas largos y mientras más lo toreaba César, el toro embestía mejor lo que hizo que los aficionados que llenaron de bote en bote la plaza Jerezana se pusieran de pie y al unísono pidieran el indulto del excepcional “Desteñido”, indulto al que accedió la presidencia sin pensarlo dos veces y lo concedió. El gran toro volvió a los corrales a los acordes de el Himno a Toro y para “El Gran César” fue la “Oreja de Plata”.

Otro logro más de este gran torero americano que volvió a demostrar el porque ha sido y seguirá siendo el mejor torero americano de todos los tiempos.

Otro logro como este no lo ha obtenido ningún otro torero nacido en América ni siquiera a partir del momento en que se reglamentaron los indultos.
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VALLADOLID: OTRA TARDE PARA LA HISTORIA / Por José Atº del Moral

Manzanares, El Juli, y Talavante a hombros en Valladolid
/Fotografía: Burladero.com/

5ª de la feria de Nuestra Señora de San Lorenzo de Valladolid
Otra tarde para la historia


..."¿Qué tendrá que ver la del ínclito Tomás en pobre aunque triunfal compañía con la que gozamos ayer? Absolutamente nada. El casi lleno fue natural, sin necesidad de propaganda previa. Y lo hecho por los tres matadores, la auténtica verdad del toreo en tres versiones y no lo que este año está haciendo el espectral figurón de Galapagar. Hasta vergüenza da decirlo. Pero dicho queda..."

José Antonio del Moral
La Gaceta Intereconomía

La primera fue en El Puerto con Morante y Manzanares mano a mano. La de ayer fue la segunda. Otra para la historia del toreo en su más amplia acepción y variedad. 
Colosal, magistral, enorme tarde de El Juli. Cortó dos orejas del primer toro de Victoriano del Río tras descubrir sabiamente lo que llevaba dentro, y otra de un marrajo sobrero de Zalduendo. 
Faena para las antologías de José María Manzanares al muy noble quinto del que cortó dobles apéndices con petición de rabo. 
Y una oreja de cada uno de sus toros para Alejandro Talavante, superior con el sexto que fue, con el de Manzanares, otro de los mejores del envío. Los tres toreros salieron en hombros.

Valladolid. Plaza del Paseo Zorrilla. Viernes 9 de septiembre de 2011. 
Quinta de feria. Tarde calurosa con casi lleno. Siete toros de Victoriano del Río incluido el sobrero que reemplazó al cuarto, devuelto por derrengado tras un largo puyazo. De justas y preciosas hechuras. De peor a mucho mejor juego por quien supo sacar lo bueno que llevaba dentro. Bravo aunque muy venido a menos en la muleta el segundo. Con este mismo defecto aunque más acusado el tercero. En cuarto lugar y tras la devolución del primer sobrero se lidió un segundo de Zalduendo, muy deslucido. Con mucha clase el quinto. Y bravo y noble el sexto aunque duró poco. 

El Juli (pizarra y oro): Estocada casi entera trasera, dos orejas. Estocada y descabello, oreja. 
José María Manzanares (pizarra tornasolada en nazareno y oro): Pinchazo y estocada recibiendo, petición insuficiente y gran ovación. Estocada recibiendo ladeada en dos tiempos, dos orejas y petición de rabo. Alejandro Talavante (blanco y plata): Buena estocada, petición insistente y oreja generosa. Estocada, oreja y petición de otra. Los tres matadores salieron en hombros en medio del delirio de los espectadores.

El cartel de ayer era el más cerrado del ciclo. Nada menos que El Juli, Manzanares y Talavante. Infinitamente mejor que el del día anterior. Pero ayer no se llenó del todo la plaza. Y eso que dicen que los efectos de J T son muy buenos para La Fiesta. Yo creo que es al revés. Si la gente prefiere un petardo abultado con orejas inmerecidas a una corrida con tres de los más importantes y más seguros toreros de la actualidad, es precisamente por culpa de esa descomunal y exclusiva propaganda que ha hecho creer que, salvo el único, los demás toreros no valen un duro. Ni existen en los telediarios. Así estamos. Pero una cosa son los efectos dañinos y otra la realidad. En la misión de dar cuenta de ella, empezamos a ver con alegre ilusión la corrida de ayer. Otra tarde para la historia. 

¿Qué tendrá que ver la del ínclito Tomás en pobre aunque triunfal compañía con la que gozamos ayer? Absolutamente nada. El casi lleno fue natural, sin necesidad de propaganda previa. Y lo hecho por los tres matadores, la auténtica verdad del toreo en tres versiones y no lo que este año está haciendo el espectral figurón de Galapagar. Hasta vergüenza da decirlo. Pero dicho queda.

El Juli fue desarmado en el primer capotazo que quiso dar al primer toro al que hubo que “hacer” desde el principio. Renuente y blando, si llevaba buenas cosas dentro quedaron por descubrir. El Juli se aplicó a ello durante una costosa y deslucida lidia dado lo huidizo y blando del animal que también tuvo querencia a tablas. El quite por chicuelinas de El Juli tuvo por ello un desarrollo de menor a mayor limpieza y claridad, descubriendo las posibilidades de su oponente. Reflejo de lo cual, el extraordinario arranque de la faena por alto a pies juntos y por redondos que cosió al de pecho, con el toro ya dominado y adquiriendo la fijeza que no tuvo al principio. Y luego lo mismo o mejor por naturales cada cual más largos. Como también los circulares que siguieron. Eso es torear, eso es mandar, eso es ser un maestro consumado. Hasta se permitió un arrimón a la moderna y unas comprometidas giraldillas. Estocada casi entera y dos orejas de valor.

El cuarto toro salió al ruedo queriendo tablas tras dos verónicas rodilla en tierra de El Juli. Esta querencia la tuvo durante toda su lidia mientras duró. Raudo fue al caballo tomando un puyazo prolongado que, por excesivo, afectó notablemente a las manos del animal, devuelto de inmediato por derrengado. Estas devoluciones antirreglamentarias son de sentido común. Hay que reformar la norma al respecto.

El sobrero, de la misma ganadería, tuvo creciente embestir a medida que El Juli le fue metiendo en su capote al recibirlo. Pero quedó para el arrastre al recibir el primer puyazo que debió afectarle en la médula. Costó mucho tiempo devolverlo a los corrales por una parada de bueyes sin amaestrar. 
El segundo sobrero fue de Zalduendo. Un cuajado castaño que salió engallado y abanto. El Juli lo fijó como se debe en estos casos. Fuera de las rayas y el toro por dentro. Un peón quiso hacerlo en tablas y por poco se lo lleva por delante. Desarmó luego a El Juli cuando lo llevaba al caballo y, al tomar el primero, perdió las manos. Acertado el cambio de tercio. Se fue arriba en palos y El Juli lo brindó al público. Y a pesar de lo que el toro no quiso, El Juli tanto, que se hizo con él rompiendo a posible por el lado derecho. E igualmente por el izquierdo. Otra labor de puro prodigio, digna de un superdotado del toreo. Si tenía fuerza, mucha más tras su reciente paternidad. Sacó de donde no había y se la jugó sin pestañear. Enorme don Julián. Estoconazo y dos descabellos. Hombrada. ¡Torerazo ! Y otra oreja. Yo le hubiera dado las dos. 

Un poco distraído salió el segundo toro que fue bravo en el caballo. Sin embargo, no se definieron sus intenciones hasta después de ser banderilleado, como siempre muy bien por Trujillo, y magníficamente lidiado por Curro Javier quien parece llevar en sus manos una muleta en vez de un capote. Esta cuadrilla es la más y mejor descubridora y acomodadora de embestidas en las últimas décadas.
Tan seguro de ello está Manzanares, que ayer empezó su faena con redondo eterno. Y tras unos pequeños desajustes, con tres y el de pecho, imperiales. Lo tardo del toro y la calma de José Mari, balizaron la obra en trazos cual chicotás nazarenas. Pero venido abajo el animal, los naturales y los redondos que siguieron no pudieron tener parecida continuidad. Quiso, insistió en recibir para matar y lo consiguió al segundo envite en el platillo de la plaza. Algún día habrá que escribir un libro sobre la suerte de recibir versus Manzanares para… 
Tras saludar el torero la ovación que le dieron, me enteré que ayer salió a torear con fiebre muy alta. Pasó por ello a la enfermería de donde salió antes de que soltaran al cuarto toro.

Frente al corto y acucharado quinto, tras un buen puyazo de Chocolate, el volteretón que se pegó el todo al salir de un capotazo de Manzanares y los estupendos pares de Curro Javier y Luís Blázquez, al toro le quedó la suficiente aunque frágil movilidad para que el alicantino hiciera una delicada faena a media altura logrando que el animal se meciera al mismo y lento compás que le impuso el inaudito temple del joven gran torero. Un concierto de los suyos. Una obra de maravillosa sublimación con pases en redondo, naturales, de pecho y un cambio de mano excepcionales por su elegantísima lentitud. De ole, ole, ole y ole… Y otra estocada recibiendo en los medios, recetada con mucho aguante en dos tiempos quedando ladeada aunque efectiva. Locura en los tendidos y dos orejas con petición de rabo. Sin duda la mejor faena de la feria. Se premiará.

Alejandro Talavante venía de una lesión en una clavícula padecida por un volteretón en Almería que le ha tenido en el dique seco varios días. 
El tercer toro pareció de salida mejor por el pitón derecho que por el izquierdo. Pero a este no le descubren los toros sus peones. Lo descubrió él en un principio de faena con varios pases por alto sin moverse que pusieron la plaza boca abajo. Alejandro prefirió torear primero por el lado derecho porque la clavícula lesionada había sido la izquierda. Pero cuando tomó la muleta para dar naturales, además de notar la molestia, el toro empezó a quedarse cortísimo y tuvo que desistir una vez comprobado que por el derecho ocurrió lo mismo. La sorprendente por buena y en él desacostumbrada estocada que pegó, valió una oreja. ¿Por qué no se la pidieron igual a Manzanares? Misterios del comportamiento de los públicos. 

Templado con el capote Talavante en el precioso sexto, bien picado por Miguel Muñoz. El toro galopó en banderillas y fue muy noble y fijo en la muleta de Alejandro que cuajó un brillante trasteo muy de su especial corte, sobresaliendo los naturales con su mano de oro. Aguante, largura, temple y valor. Hasta la música estuvo ayer inspirada y acertada en cada faena. E impavidez al final con la derecha con el toro ya casi parado. Y otra buena estocada. La oreja cayó de inmediato. Y la salida de los tres espadas a hombros, para recordar mientras vivamos los que la presenciamos. ¡Enhorabuena a todos!
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