viernes, 17 de junio de 2011

NOHERLESOOM Y LA SUPERSTICIÓN TAURINA / Por Aquilino Sánchez Nodal


se convirtió en un experto dotado de una capacidad de análisis y predicción sorprendente
 NOHERLESOOM Y LA SUPERSTICIÓN TAURINA

Aquilino Sánchez Nodal 
(Frascuelo nº 15)

Madrid, 18 de Junio de 2011.-
Las supersticiones, las fobias y las manías han contribuido en muchas ocasiones a la fama de los toreros elegidos. En el Caso de Salvador Sánchez resultaron necesarias para reaparecer de nuevo sin que los aficionados notarán el paréntesis.

“Frascuelo” estaba en la cima de su arte, había dejado atrás su entorno taurino para convertirse en el nuevo enviado de la Providencia Divina en Tauromaquia. Todos los toreros se buscan un amigo simpático, un confidente o un banderillero ocurrente que alivie la espera pero Salvador aún fue más allá, encontró a su astrónomo de cámara, un visionario venido de tierras de Palencia que se llamaba, Francisco León Hermoso, el mismo trastocó su nombre haciéndose llamar: Noherlesoom. Quizás sería por dotar las adivinanzas de mayor redundancia y misterio.

Noherlesoom predecía el tiempo las tardes de corrida y hasta el resultado del festejo:

- Oye, Paco, ¿hará buena tarde de toros el domingo? – preguntaba Salvador.

- La habrá y muy buena – contestaba el astrónomo.

- Tú, ¡Que to lo adivinas!, ¿Qué tal voy a torear?.

- Mejor que nunca Salvaor. Me lo dicen esas nubecillas.

Con fortuna en las premoniciones o sin ella, el matador había incorporado a su cuadrilla un faquir al que consultaría toda la vida profesional de “Frascuelo”.

Salvador volvía de nuevo a pisar la arena del ruedo de la Plaza de Toros de Madrid. Paseillo triunfante ante un público que rebosaba de gozo. “Frascuelo” cobró 16.500 reales por la corrida de Madrid. Aquel era su momento para demostrar su fuerza y vanidad. Imponía a las empresas que él mismo confeccionara los carteles, elegía ganaderías, elegía su sitio en el paseillo. La empresa de Madrid accedió a todas las exigencias del torero. Pero . . . La reaparición debería ser en una corrida extraordinaria con toros de Miura. “Frascuelo” solicitó que “Lagartijo” estuviera en el cartel y Fernando Gómez “El Gallo”, el señor Fernando como era conocido, de tercer espada.

El padrinazgo, entre Rafael Molina y Salvador Sánchez continuaba tan estrecho y cordial como al principio e incluso resultaba más interesante para el público. Se demuestra en esta nota de la gacetilla taurina, El Enano”:

- “Durante la lidia fueron constantemente agasajados Salvador y Rafael con cigarros y obsequios: una petaca al primero y una fosforera al segundo. Salvador le ofrece un puro a “Lagartijo” y este enciende un fósforo para que los dos prendan sus cigarros. Tremendas las ovaciones de los que presencian la escena de los dos diestros”.

Son tiempos de generosos gestos; Rafael Molina, se gasta 20.000 reales en un vestido para Jesús Nazareno de Medinaceli. Salvador torea en solitario una corrida a beneficio de la Virgen de Churriana de la Vega para que se termine la torre de su ermita. López Silva publica en La Lidia:

“El Frascuelo vale más que Mazzantini, y es mucho más torero que Rafael que el Curro, que El Gallo y que todos eyos”.

Salvador acepta todas las corridas que le ofrecen. Los triunfos se suceden. Los aficionados comentan sus actuaciones:

- ¡ Salvador va a por todas ¡

Esa temporada y las cinco restantes Salvador torea todas las corridas de Beneficencia en Madrid. Unas veces solo, en otras, obligado a matar todos los toros de la corrida por “inutilizamiento” de sus compañeros de terna. Actúa en más de 60 corridas por temporada.
En la temporada de 1.887, el 26 de Mayo. Se encierra con seis toros del Duque de Veragua con un triunfo clamoroso. La corrida es a beneficio de la Cruz Roja. ¡ Lo nunca visto !.- El primer toro salta al ruedo a las cuatro y veintitrés minutos y el sexto es arrastrado por las mulillas a las seis y cuarto. Al salir de la plaza aquella tarde don José Sánchez de Neira comenta “convulso y enardecido”:

-¡ Tengo 64 años y llevo cuarenta y ocho viendo toros !.

¡ Pues lo que Salvador ha hecho esta tarde es un prodigio nunca visto !.

¡ Estoy maravillado ! ¡ “Frascuelo” me ha quitado 30 años de encima !.

- La crítica anota: “Fecha histórica que quedará grabada a perpetuidad en la Tauromaquia”. El día 13 de Noviembre en Madrid sufre una cornada con la que se inicia la pérdida de sus facultades físicas. En 1.888, el 17 de Mayo otra cogida en la Plaza de Toros de Barcelona que acentúa su decadencia. En 1.889. el 29 de Abril, torea en Madrid el último mano a mano con Rafael Molina “Lagartijo”, los dos veteranos lidiadores se despiden con un sonoro “petardo”. Cuando el tiempo del torero ha concluido, ni astrónomo, ni ayudas de comunicadores “espabilaos” lo remedian, solo se consigue prolongar la desesperación, poner en evidencia a un profesional, incluso desprestigiar toda una vida dedicada al toro. La valentía es saber decir adios en su momento, se llamen, “Antoñete”, Romero o “Frascuelo El Grande”.

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