lunes, 13 de junio de 2011

Madrid: Aniversario de “repesca”, un invento válido / Pedro Javier Cáceres

-Cartel obra de Vicente Arnás-


Aniversario de “repesca”, un invento válido

Pedro Javier Cáceres

12, de Junio de 2011
Excelentes entradas. Funcionó la Feria Aniversario con aforos superiores a los 12.000 espectadores (el sábado cerca de los 18.000 y el “no hay billetes” de la corrida de la Beneficencia el miércoles) con el lleno de hoy, domingo, en la de rejones de cierre. Se ha demostrado que al relance de San Isidro y su buen balance “hay gente p’a tó” en Madrid.

Tan solo hay que ofrecer alicientes en la confección de los carteles, en el precio de las entradas (con promociones diversas) y una mayor imaginación e inversión en difusión y publicidad para no dejar enfriar la alta temperatura de ganas de toros y aprovechar el tirón.

Esta Feria Aniversario ha sido un señuelo.

Se planificaba como una repesca para toreros, pero también para ganaderías.

Esperanzadora fue la tarde inicial del martes de Los Bayones, sin ser una corrida buena, con muchas carencias, hubo un extraordinario toro, el tercero, al que Matías Tejela lo toreó con correcto conformismo, sin cortarle nada, y en la que Rafaelillo y Urdiales evidenciaron que o no están en su mejor momento o que en este tipo de corridas están desubicados, a pesar de tener buen corte de toreros. Pero los hábitos hacen costumbres y estas se convierten en leyes y, por lo visto, “su ley” son eso que llaman corridas duras donde la disposición es suficiente.

Hubo una corrida que para sí la hubieran querido las figuras en San Isidro: Javier Pérez Tabernero. De las mejores para los toreros. Tarde en la que el lote se lo llevó Rubén Pinar que con soltura, fresco de ideas, sin complejos ante “la ilustración” cortó una oreja del tercero y pudo abrir la Puerta Grande de no ser por adversidades ajenas a su cerebral y artística tarde. A punto estuvieron de romper de forma más exitosa Ferrera y Sergio Aguilar, pero lo que les faltó a los toros a ellos tampoco le sobraron.

Este es un ejemplo de cartel, o de varios con estos toreros, para repetir en el conjunto de la temporada por las sensaciones que dejaron, lo mismo que Tejela, pero entre unos y otros me da que va a ser que no.

Y ayer, sábado, me hubiera gustado ver lidiar completa la corrida de La Palmosilla; de los tres que se jugaron, todos sirvieron, con gran calidad y mayor o menor fuerza.

Cogido Abellán en el primero, serio pero descastado toro de Camacho, el mano a mano entre un torero muy profesional y aceptado entre, y por, las figuras del toreo como Fandi y otro llamado a ello como Daniel Luque, dieron dimensiones distintas.

Fandi se ganó el respeto de un coso muy hostil por su actividad serena pero continua, su dirección de lidia, su brillar con el capote, su espectáculo en banderillas en una tarde de menos a más en pureza y vistosidad y por técnica en los casos de menester y temple, mucho, en los que era necesario. Y tres “sopapos” con la espada.

Luque pasó indiferente, como en su tarde anterior. Sin capacidad para hacer cambiar a un público molesto por no ser devuelto su toro de La Palmosilla, entendiendo invalidez, pero que se tragó, noble y suave, más de cuarenta pases de todo tipo y condición. En el de Camacho, parado y protestado por inválido, siendo tan sólo muy manso, la suerte estaba echada.

No sirvió la de Bañuelos, el jueves. Bien presentada, según el código venteño, pero no valió.

Víctor Puerto cariacontecido y frustrado, tampoco puso otra escenografía que enmascarase un lote infumable.

Capea libró, discreto, su doble batalla con los de Bañuelos y con sus enemigos del público, saliendo indemne.

Y Jairo Miguel, confirmante, con el toro que medio se dejó, el sexto, mostró bisoñez, pero se le vieron “cositas”.
Es otro de los toreros que agradaría ver en esta temporada nuevamente en Las Ventas, y Puerto, contrastado, también. ¿Por qué no Capea?

Si la iniciativa y el diseño (novedoso) de agrupar a las figuras en el abono obligatorio y la inercia para que acuda gente a los tendidos “voluntariamente” en carteles de meritorios y emergentes ha dado frutos y rentabilidad avala el criterio que Las Ventas puede y debe ser una plaza de temporada.

Hay toros, de sobra, en el campo de hierros con las mínimas garantías y toreros con suficiente interés en la nutrida clase media del escalafón como para hacer carteles “de temporada” que reflejen su interés más allá del “cuarto plaza” al que se ha acostumbrado.
Y también, tal reflexión, es válida para las novilladas una vez demostrado en este San Isidro que hay “becarios” con soltura, cualidades y atractivos.

¿Pero quién le pone el cascabel al gato?

Por un lado la empresa debería coger el “toro por los cuernos” y su cúpula responsabilizarse de la temporada como lo ha hecho con estos abonos de primavera y no dejarlo en manos de ejecutivos y funcionarios de perfil bajo de la misma. Tomarse en serio todas y cada una de las fechas del calendario taurino y no rellenarlas con compromisos particulares ni recomendaciones que destrozan cartelitos que en esencia no van mal tirados.

Con toreros y novilleros que en este mes y medio han apuntado y no han disparado, o que la suerte les ha sido esquiva, o que no han estado a la altura pero se les ve “cosas”, o algunos ausentes por falta de encaje y con ambiente y condiciones ( todos sabemos quien puede romper y quien es imposible, salvo la suerte efímera de un día inspirado) también se pueden rematar carteles que en conjunto digan algo, caigan bien, sean oportunidades reales par los toreros ( no cumplir un trámite y jugársela a la ruleta rusa o que caiga la breva) y el público tenga los mínimos mimbres de ilusión para acudir.

El reto de la empresa y la exigencia esta debería cuantificarse en una media de 8 o 10.000 espectadores por espectáculo, mínimo 1/3 de plaza y cambiarían mucho las cosas. Y se ha demostrado que es posible, incluso rentable. En algunos casos, mucho más que carteles de relumbrón de este San Isidro. Las claves, desde la humildad, las hemos apuntados antes.

Cierto es que los toreros, incluso en la indigencia de contratos, en cuanto tienen un medio nombrecito hecho, o deshecho, recelan de actuar o volver a Las Ventas. Podrán tener sus motivos, pero es un error.

Y en el mejor de los casos todo es empezar desde un modelo y diseño nuevo de ganaderías y carteles donde los toreros vayan a gusto, y a su gusto, unos con otros por intuir competitividad, homogeneización de estilos dentro de la variedad y que va a servir para algo, y no verse integrada en una terna parcheada con tufo de intereses ajenos a la realidad del escalafón.

Antiguamente, y en pequeñas dosis en tiempos más cercanos, este tipo de toreros hacían, y les anunciaban, varias tardes a lo largo de la temporada en Madrid, y o “rompían” o “a los albañiles”.

LA BENEFICENCIA

A estas alturas ya se ha dicho todo o casi todo. Unas cosas con mejor baba y otras con menos.
Nuestro cometido es analizar y sacar conclusiones. Todo desde la desdramatización.

Cierto que fue una gran decepción : en el mismo grado que la gran expectación creada.

…. la frustración de la clá morantista, venida de toda España, la de los neo partidarios de Juan Mora; todos, con los reventadores de El Juli, hicieron una piña que sobredimensiona y generaliza, indiscriminadamente, el petardo apuntando injustamente en una sola dirección.

EL FRACASO

No funcionó la corrida de Victoriano del Río, pero tampoco fue la peor, ni de las peores de la feria, que ha habido más de una infumables y peor presentadas. Y de hierros “toristas” principalmente

EL PROBLEMA

Pues que anunciada en febrero y visto lo visto en junio da la impresión que no había corrida, pero todos se empeñaron. Si no que expliquen por qué salieron toros cerca de los seis años, feos, y además muy estrechos de lomo y sin rematar por detrás.
Amén de tener que rematar el encierro con un toro del otro hierro.

LA CORRIDA

No rompió, en juego. pero hubo toros con buena condición si bien con descoordinación de movimientos, cosa rara y extraña.
Con todo y con eso hubo toros como el tercero al que Juli pudo cortar una oreja. El cuarto tuvo 15 o 20 arrancadas buenas. El quinto no fue mal toro, mejor lidiado y con mayor exposición y ánimo.

PARA COLMO

Morante y El Juli mataron infamemente a segundo y tercero

Esto es lo que pasó, punto. Los dramas y las tragedias para el teatro, y los indignados, pues a la Puerta del Sol.

Otra cosas es que no se vuelvan a repetir algunos sucedidos intolerables.

Y un hombre vilipendiado como casi único culpable. como si hubiera matado a Manolete, al que pocos o muchos no han preguntado y escuchado, no ya para que se defienda pero sí que explique…sus argumentos, sus sensaciones y su verdad….

Madrid 2011, Ferias y corridas extraordinarias (por fuera de abonos) de Primavera —así se deberían anunciar globalmente-, pasa página. Con cierta brillantez, por cierto.

Al cierre.-

La corrida de rejones que hoy domingo ponía el punto y final fue otro claro ejemplo del momento dulce por el que atraviesa el mundo del torero a caballo y que hay vida después de Pablo y Ventura, con permiso de Leonardo. Lleno.Ventura ayer demostró seguir con mando en plaza volviendo a cortar una oreja en cada toro. Cartagena sigue siendo alternativa para cartel “grande”, el rejón de muerte le privó de triunfo en el cuarto. Álvaro Montes vuelve a estar en el circuito, cortó oreja.
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