martes, 1 de septiembre de 2009

FERIA DE COLMENAR VIEJO


DANIEL LUQUE POR LA PUERTA GRANDE
ELEGANCIA Y QUIETUD A PARTES IGUALES

Antonio Carrasco -EFE - 01/09/2009.-
Colmenar Viejo (Madrid).- Una gran faena a cargo de Daniel Luque, que aunó elegancia y mucha quietud, valor y muy buen gusto, premiada con las dos orejas, fue lo único destacado, hoy, en el cuarto festejo de la feria de Colmenar Viejo, en la que un día más volvieron a fallar los toros.

FICHA DEL FESTEJO.- Cinco toros de Montalvo, desiguales, flojos y bajos de raza, de juego deslucido. El quinto fue un sobrero de José Luis Marca, terciado y sin clase.
Julián López "El Juli": estocada ligeramente contraria y dos descabellos (silencio); y pinchazo y estocada trasera (silencio).
David Fandila "El Fandi": estocada caída (silencio); y estocada (una oreja).
Daniel Luque: estocada ligeramente desprendida (dos orejas); y estocada y dos descabellos (silencio).
La plaza tuvo media entrada en tarde nublada.
LUQUE PUSO LA EMOCIÓN
"El Juli" toreó con buen aire a la verónica en el recibo y en un quite por chicuelinas a su primero, toro extremadamente flojo, que pese a lo mucho que lo cuidaron en el caballo, llegó a la muleta muy aplomado, por lo que el torero no tuvo otra opción que abreviar.
El cuarto fue toro también nada propicio para el triunfo, en el límite de las fuerzas y de la casta, y además sin ninguna "transmisión". Nuevamente tuvo que ponerlo todo "El Juli" en una faena de mucha disposición pero poco resultado.
"El Fandi" anduvo muy voluntarioso en su primero, al que toreó variado de capote y banderilleó con facilidad. El toro, muy blando, deslució una faena de muleta que contó con las ganas y entrega del granadino, pero que artísticamente tuvo poco poso y menos aún calado en los tendidos.
Salió "El Fandi" a por todas en el sobrero de Marca que hizo quinto, sobre todo en un vibrante tercio de banderillas. Comenzó de rodillas la faena de muleta consiguiendo momentos de cierta enjundia, pero ya de pie la cosa cambió, fundamentalmente por culpa del toro, que se movió pero sin clase alguna. La voluntad que puso el torero junto al efecto fulminante de la estocada le valió una oreja.
Luque puso la plaza a revienta calderas en el tercero, primero de su lote, al que ya dejó alguna verónica suelta de especial aroma en el capote, para posteriormente exprimirle al máximo en la muleta.
Faena cimentada sobre todo en la quietud, aunque también toreó con mucho gusto y temple en series de muletazos sobre ambas manos.
Al final el toro acabó parándose e hizo el torero alardes de un valor muy sereno, ganándose al público no sólo por la disposición sino también por la calidad de su toreo.
Y de la faena al sexto sólo destacar el bonito saludo a la verónica, pues el toro se acabó prácticamente en el caballo, y eso que sólo llevó un picotazo. Pero en la muleta se paró por completo, y aunque lo intentó Luque metiéndose entre los pitones, aquello nunca llegó a coger altura. EFE

No hay comentarios:

Publicar un comentario