lunes, 15 de febrero de 2010

MÉRIDA: 4ª FERIA DEL SOL TRIUNFO DE RUBÉN PINAR / Por Rubén Darío Villafraz


Vuelta de Rubén Pinar tras el corte de las dos orejas en su primero
(Foto Del toro alinfinito)

Puerta Grande discutida en la cuarta de feria
PINAR ECHA RAÍCES, CON DOS OREJAS CON TINTE BENÉVOLO



Rubén Dario Villafraz
rubenvillafraz@yahoo.com -Fotos: José León

La corrida dominguera de feria no tuvo el tirón de taquilla que se esperaba. En este caso, dos toreros debutantes, Federico Pizarro y Rubén Pinar, les correspondía traer la gente a la plaza, y en medida lo hicieron.
El tercero del cartel, el merideño Alexander Guillen, bien se le reconoce el hecho de mantener el atractivo por parte de los diestros del patio, tras su paso por importantes plazas, dejando buena tarjeta de presentación.

Triunfo de dos orejas discutido por parte de Rubén Pinar, donde ha quedado evidente su enorme técnica sobre la mano diestra.

El contenido de la tarde es simple. Los toros no embistieron. Lo hicieron siguiendo los engaños a regañadientes, y si de merito de los toreros vamos, lo tienen por nunca desmayar ante el rosario de mansedumbre y falta de casta que los pupilos de Otto Rodríguez presentaron en la plaza.

El color triunfalista de la tarde lo colocó una faena derechista por parte del albaceteño debutante Rubén Pinar. No fue un dechado de pureza, pero si tenemos claro que ante sí tuvo el toro más potable del envío ganadero, y además de ello, Pinar no dejo escapar las escasas opciones para al final coronar un triunfo que si bien le permite dejar un mensaje de frescura para venideras ediciones en esta feria, no exento reunió un símil de generosidad incomprensible por parte del presidente del festejo.

Conceder dos orejas cuando nunca se intentó torear por la mano zurda, en una plaza de primera como esta, más que un agravio ante el aficionado, es una falta de respeto, y un acto de ignorancia taurina supina, que marca un punto de inflexión a lo que hasta los momentos había sido la feria a nivel de desempeño del polémico palco presidencial merideño.

Entrando en detalle de la corrida, ya decíamos que Pinar había tenido en suerte el toro mas potable de la tarde, y ante él, el diestro de Tobarra ha desgranado un toreo de nivel técnico envidiable, citando y llevando largo la embestida del animal. Las series, por momentos con altibajos, contó con un público entregado a lo hecho, en trasteo medido, justo a la dimensión de lo ofrecido por el coleta debutante. El espadazo en buen sitio, ligeramente desprendida, desató la tímida pañolada, con la sorprendente aparición de los dos pañuelos blancos, el cual desató algunas protestas cuando el torero paseaba las orejas ante el soberano.

En el que cerró plaza, poca historia hubo, pues a pesar de sacar a relucir voluntad y valor, de nada sirvió ante un marmolillo.

Federico Pizarro ha dejado constancia que con mejor material bovino bravo puede ser interesante ver. Su primero, un pavo descarado de pitones, le buscó las vueltas por la diestra y la siniestra, pero la embestida poco humillada y desentendida con el engaño, hizo de su labor poco valorada por el público. Su segundo, un toro de capa albahía, agarrado al piso, de nuevo hizo entregar al máximo al coleta azteca, pero el factor más importante en esta fiesta de nuevo aguó las intenciones de lucimiento. Al final, palmas en ambos toros fue el veredicto de los presentes.

Por cierto, momentos antes de comenzar su faena ante el cuarto por teléfono móvil, se enteró que su señora madre había fallecido, lo que le hizo retirarse de la plaza antes de culminar el festejo.

Alexander Guillén fue otro de las victimas del poco potable encierro. Su primero, al igual que sus hermanos no dejo nada de bravura en sus intenciones frente a la muleta, despachándole de varios viajes, siendo silenciado. En su segundo, burel de complicada condición, supo aprovecharle lo poco que traía, pues a su corto recorrido se aunó sus aviesas intenciones al final de cada pase, en especial por la mano diestra, pitón por el que basó su faena en mayoría el coleta del barrio Andrés Eloy Blanco.

FICHA DEL FESTEJO
XLI Feria del Sol 2010

Domingo 14 de febrero de 2010.
Plaza de Toros Monumental de Mérida. IV corrida de feria
Con poco más de media plaza, en tarde nublada y ligeras ráfagas de viento, se han lidiado seis toros de la ganadería venezolana SANTA FE (Otto Rodríguez Jáuregui), bien presentados, escasos de recorrido, desarrollando mansedumbre. El más potable fue el 3º, el cual se dejó por el lado derecho.
Pesos: 435, 440, 465, 425, 430, 450

FEDERICO PIZARRO
(Tabaco y oro)
Palmas en ambos

ALEXANDER GUILLEN
(Nazareno y oro)
Silencio y palmas

RUBÉN PINAR
(Lila y oro)
Dos orejas y silencio

Incidencias: Destacó en la vara Juan José Campos y Alfredo Guimerá, en las banderillas Mauro David Pereira y en la brega Fabián Ramírez. *** Presidió el festejo Hernán López Añez.

Gran estocada d Pinar (Foto Del Toro al infinito)

Federico Pizarro dejó grato debut en la monumental de Mérida,
donde el factor toro fue factor determinante a ni trascender.

Alexander Guillen de nuevo ha pechado con la mala suerte
de encontrarse con toros a contraestilo






1 comentario: