domingo, 21 de febrero de 2010

JOSÉ TOMÁS Y LOS OTROS / Por Gonzalo Marínez Simarro

El galáctico moneda de curso por doquier....


José Tomás y los otros

Por Gonzalo Martínez Simarro

A punto estaba ya de pasarse a los antitaurinos, igual que Joaquín Sabina, cuando en los altares de la Catedral de las Ventas canonizaron al Divino, al Galáctico, al Número 1 (que, en el toreo, no es cifra inferior), al Suicida, al Mesías prometido…

A la estanquera de mi barrio le chifla José Tomás. Aficionada de las cabales, purista y tal, la estanquera de mi barrio siempre hablaba de lo que otros escribían: del temple, de las querencias, de cargar la suerte y de los terrenos. Nunca supo bien qué eran todas esas gaitas pero, como un corrochano primerizo y sabihondo, pontificaba que irse al pitón contrario no es un alarde de valor sino de precaución, que cuando los terrenos del astado y del lidiador se confunden ronda por la plaza la muerte, que cada encaste tiene su lidia como cada mozo de espadas sus apaños, y que, por mucho que se vistan de colorines, no todos los toreros son lo que debieran ser: toreros.

En cuestión de toros, como los más espabilados de Madrid: bicho grande ande o no ande; los de Hernández Pla o el cura de Valverde mejor que los zalduendos; que a los toros les nacen los pitones para rematar en tablas, no para que se los afeiten con un serrucho. Aunque no le hacía ascos al marido de Palomita, que aparte de un maestro de la cosa parece un maniquí del Corte Inglés, ni a las verónicas de pingüí de Morante, ni a los desmayos artísticos de Manzanares, ni a la impávida torería de Perera o de Castella, ni siquiera al Cid, que no es el que aplacaba a manporrazos las ínfulas de los moros sino un señor que domina y conduce mejor que nadie el genio bravucón de los victorinos…, la estanquera de mi barrio siempre se inclinó por los toreros machos, por los que se arriman, como Jesulín o algo así, o como el Esplá, o como Cayetano, tan guapetón y de armani, o como Padilla.

Pero Esplá se nos fue, Jesulín dejó de ser lo que era (culpa de la Campanario), Cayetano ya no chuta como chutaba y hasta Padilla aburre con esa manía suya de no lidiar más que miuras, cebadas, cuadris y aguirres. A punto estaba ya de pasarse a los antitaurinos, igual que Joaquín Sabina, cuando en los altares de la Catedral de las Ventas canonizaron al Divino, al Galáctico, al Número 1 (que, en el toreo, no es cifra inferior), al Suicida, al Mesías prometido…

La estanquera de mi barrio nunca lo ha visto torear, porque no actúa en la tele, pero sabe –y se fía porque lo han escrito Boadella, Sabina, Dragó y hasta el Moncholi- que José Tomás es perfume de verdad y de misterio, que sus terrenos son los del toro, que es eucaristía entre silencios siderales, protocolo de samurai, agonía de la verdad, carne de copla y soneto, luna de albero…, que a ella en particular toda esa retahíla de piropos se le antojan una chorrilera de sandeces, pero son líricas y vienen de quienes vienen, moco de pavo.

Tan forofa se ha vuelto del Extraterrestre, que ya no habla del temple ni de la pureza del volapié, de la muleta planchada y por delante, de la técnica como soporte del arte, de naturales perfileros y en línea ni del control antidoping de los ciclistas; tan devota de Santo Tomás de Galapagar, que entre las estampas de San Ambrosio y Bruce Springsteen de la alcoba ha colgado una foto suya, embadurnado de sangre como un carnicero o un santocristo, que ganas le entran algunas veces de rezarle una novena o cantarle el Chocolatero.

Fuente Avance Taurino.com 17-02-2010

1 comentario:

  1. Jose tomás es actualmente la estrella del toreo.
    Si quieres verle en directo mira en este enlace:

    entradas jose tomas bilbao

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