jueves, 21 de julio de 2011

LA CLAVE DE UNA REVOLUCIÓN INEVITABLE / Por Aquilino Sánchez Nodal



LA CLAVE DE UNA REVOLUCIÓN INEVITABLE 
 
"...Siento una enorme tristeza al comprobar como un matador se ha erigido en paladín de la negación, no a la televisión, no a encastes diferentes, no a compañeros agresivos, no a algunos empresarios … Si, se trata de “El Rancio de Galapagar”. Este midas de la taquilla no cree más que en él. Las corridas son un show americano, publicidad y secretos, naturalmente, el toro a veces también se equivoca y sorprende al iluminado..."

 Aquilino Sánchez Nodal

Madrid, 22 de Julio de 2011.-
    

Las compilaciones en los remates de los carteles taurinos suelen guiarse por argumentos improvisados sobre mil combinaciones para hacerlos más digeribles en ferias largas. Desde hace unos días, apoderados, familiares y novilleros desbordan mi buzón de mensajes por tener mi teléfono siempre ocupado. Las novilladas con picadores están en caída libre y, si los cultos no lo remedian, desaparecerán del espectro taurómaco. Bajo el fuerte cariño que tengo a los novilleros prima el costo que tienen estos festejos mayores. Sin subvención de las administraciones, sin trato especial en las cotizaciones y el imparable aumento, con razón o sin ella, de honorarios de los subalternos, las novilladas con caballos desaparecen de las organizaciones no obligadas por pliegos de plazas de temporada. Si es cultura, defendamos el penúltimo escalón de la Tauromaquia reduciendo gastos de organización y subvencionando, como en otras manifestaciones culturales, el futuro de las corridas de toros. El panorama se desvanece ante nuestros ojos más rápido de lo previsto por fechorías anti taurinas exteriores y la propia conciencia de los profesionales del toro.

La bacteria la tenemos en nuestro interior, baja de lo más alto para envenenar la base. Los componentes del club de toreros especiales mandan en el sector. El empresario, antes idolatrado, es un comparsa complaciente de toreros dorados. El figura elige ganadería, día y agradecidos, en su cartel. Los humildes elegidos no molestan, no incordian y no están habituados a lidiar toros mecánicos, todo preparado para aclamar a los señoritos de coche caro y finca pedregosa. A las grandes empresas taurinas les viene al pelo, una figurita y dos empleados no cualificados, los carteles fluyen con cierto atractivo e interés y un precio a la baja. Con diez figuras de tabloide diez carteles rematados. Las alimañas a los cristianos para que sean devorados en el circo y no salga uno que destaque o aumente su precio de contratación. ¡Que poca imaginación tiene los avaros empresarios actuales! No hace mucho tiempo, las figuras se enfrentaban en el ruedo ante toros impolutos. Se retaban para encerrarse con los más bravos y peligroso y ser el número uno. Estos señoritos de “canapie”, rayos uva o melón, smoking de Armani, exclusivas en revistas de moda y amistades políticas, mandan en el cotarro, juegan a cortar orejas, salir a hombros y reírse de los que pagamos, incluidos los empresarios.

Debemos retroceder a las corridas de toros como fueron creadas. Todos los matadores tenían las mismas oportunidades de morir en el ruedo. Si se quiere hacer montones de toreros ricos y pobres, que al menos, se anuncien juntos, los figuras con los de su categoría y los otros grupos que compitan entre ellos para acceder a la fama y al cortijo. Nos sorprendería comprobar quienes llenaban más los tendidos. Al fin, los gastos por toreros quedarían compensados. También sería conveniente revisar los precios de las entradas para cada espectáculo, torero caro, para Yupis de “leña” o aficionados capaces, en las corridas de gladiadores y hambrientos ilusionados, precio más asequible al vulgo. ¡Que bonito!. Pero de novilladas con picadores ¡ná nay!.

Siento una enorme tristeza al comprobar como un matador se ha erigido en paladín de la negación, no a la televisión, no a encastes diferentes, no a compañeros agresivos, no a algunos empresarios … Si, se trata de “El Rancio de Galapagar”. Este midas de la taquilla no cree más que en él. Las corridas son un show americano, publicidad y secretos, naturalmente, el toro a veces también se equivoca y sorprende al iluminado. Que coste que soy admirador de este torero porque está manteniendo, él solo con su personalidad y tirón, la tauromaquia actual. Ningún otro matador por figura que sea, solo o en compañía de otros, es capaz de llenar una plaza de toros.

Como dice la Santa Biblia, ¿que hemos hecho los aficionados para merecer esto? … De las novilladas con picadores … ¡ná nay!

Que dios nos asista.

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