domingo, 31 de julio de 2011

Gran "victorinada"y una sola oreja para Ferrera /Por Juan Miguel Núñez

-Antonio Ferrera con al extraordinario Victorino,
el mejor toro de la feria-

Gran "victorinada" 
y una sola oreja para Ferrera con el mejor toro de la feria

Juan Miguel Núñez

Santander, 30 jul (EFE).- El torero Antonio Ferrera cortó solamente una oreja al toro más importante de lo que va de feria de Santiago, de la ganadería de Victorino Martín, hoy en Santander.


"VICTORINO" DE BANDERA
Gran corrida en lo que a toros de refiere, lástima que prácticamente pasó desapercibida para toreros y público.
El nombre de Victorino Martín suele concitar espectación por aquello del poco manejo que se dejan sus toros para los toreros, pero hoy fue al revés. Corrida con mucha "transmisión", a pesar de todo, haciéndole las cosas bien, con excelente respuesta.

Toro de no va más el quinto, dechado de bravura en los tres tercios, pronto y humillado, repetidor y largo de embestida. Toro incansable, duró muchísimo. Cuando Ferrera le montaba la espada todavía tenía otra faena.
Hubo oreja para el torero, lo cual no es suficiente elogio para "el victorino", que era de dos. En verdad la gente pidió también ese doble trofeo, que el presidente no concedió, y de paso, lo más imperdonable, se le disimuló al toro la vuelta en el arrastre.
Lanceó bien Ferrera a la verónica, ganando terreno y abriendo el compás. Empujó el astado en un puyazo, el único que tomó, algo trasero. Y hubo quite por delantales, pero tuvo Ferrera el feo detalle de darlos todos por el pitón derecho, despreciando el otro, que era tan bueno o más como iba a quedar demostrado después en la muleta.
Ferrera banderilleó en solitario haciendo su consabido alarde de facultades, y con un inoportuno gesto cuando mandó callar al tamboril y la gaita de la peña "La Pirula", una tradición de toda la vida en esta plaza durante el tercio de banderillas.

El caso es que, volviendo al protagonismo del toro, desde los primeros compases con la muleta se desplazó con mucho "carbón" pero siempre por abajo, abriéndose lo justo para iniciar y repetir la siguiente embestida sin agobios para el torero.
Eso si, no perdonó errores, y cuando Ferrera le quitó la muleta antes de tiempo, el mismo toro le avisó que no era manera.
Se sucedieron las series con ambas manos, fundamentalmente por el derecho, todo muy rápido y sin nada extraordinario. Hasta que bien avanzado el trasteo tomó conciencia el torero de la importancia del toro, relajándose algo más. Por fin unos muletazos más pausados y hondos. Pero vuelta enseguida al toreo centelleante de molinetes y recortes.
Murió el toro de una gran estocada en la suerte de recibir, y esto si que fue mérito del torero, que finalmente paseó una oreja.
La faena anterior de Ferrera fue larga y con altibajos, descargando la suerte en el toreo a derechas, y más asentado al natural aunque sin la necesaria ligazón.

Padilla resultó como acostumbra un torbellino en todo, desde las seis largas cambiadas de rodillas, seis, que se dice pronto, en su primero y hasta la estocada con la que hizo rodar al cuarto. Torero todo corazón, sin embargo no siempre se acopló lo suficiente.
En su noble e importante primero anduvo casi siempre descruzado, y desde luego acompañando más que toreando.
Todavía más efectista en el cuarto, al que banderilleó fácil y seguro, lo más llamativo del trasteo fueron los remates de serie, de lo más variados, ora con el rodillazo, ora con el abaniqueo, incluso el desplante. La petición de oreja resultó insuficiente.

El primero de Bolívar fue un punto violento, mas se impuso el torero y al final no pareció tanto. Tampoco Bolívar llegó a entrar en profundidades.
Y con el noble y repetidor sexto, toreó Bolívar siempre por fuera, vaciando los muletazos lejos y por alto. Primó la desconfianza en la faena, y el eco de la misma se redujo a unas leves palmas de la despedida.

FICHA DEL FESTEJO.- 
Toros de Victorino Martín, bien presentados, bravos y nobles en distinto grado. Corrida completa en todos los tercios, con un quinto toro extraordinario.
Juan José Padilla: estocada desprendida y atravesada, y cuatro descabellos (silencio tras aviso); y estocada (gran ovación tras petición).
Antonio Ferrera: tres pinchazos y estocada (silencio); y estocada recibiendo (oreja con fuerte petición de la segunda).
Luis Bolívar: estocada atravesada que medio escupe (silencio); y estocada (palmas).
La plaza se llenó en tarde soleada.

1 comentario:

  1. El triunfo de Victorino es el triunfo de la fiesta, de su verdad frente al toro borrego que nos imponen los del G-1O.

    Saludos de Rafael Vega.

    ResponderEliminar