viernes, 12 de noviembre de 2010

VALENCIA-VENEZUELA: HOY GRAN CORRIDA EN LA FERIA DE LA VIRGEN DEL SOCORRO

Esta noche en la consecución de la Feria de Valencia
OTTO RODRÍGUEZ VUELVE A SU PLAZA, 
AL LADO DE “EL CID” Y LUQUE

Rubén Darío Villafraz

VALENCIA (Enviado Especial).- 12 de Noviembre de 2010.- La Feria Internacional de Valencia, la misma que se lleva en honor a la Virgen del Perpetuo Socorro, y que este año para no variar, han nombrado Agroindustrial, continua la noche de hoy con la realización de la segunda corrida de feria, cartel por demás de sumo interés por los elementos que la integran.

En primer lugar, vuelve a la plaza de su doctorado, la de su mayor exigencia, y en especial, la de su verdadero encuentro con la afición, el espada valenciano Otto Rodríguez. Sí su reaparición en la pasada Feria de la Virgen de Regla de Tovar marco un importante preámbulo a tenor de lo resolutivo y fresco que se le vio, por encima de sus dos años de inactividad fuera de las plazas de toros, no es menos cierto que la de esta noche es otro es una corrida con otro marco muy distinto.

Intuyo que la preparación mental y física ha sido de tope, pues dependiendo de ello se le daría por parte de la critica taurina el visto bueno a si en realidad fue acertado o no su regreso a los ruedos en tiempos donde ayuna esta la afición de toreros que lleven a los ruedos venezolanos la ilusión como bandera.

Le acompañan en este reencuentro dos espadas andaluces de marcado acento artístico. Vuelve a Valencia Manuel Jesús “El Cid” torero de la localidad de Salteras, quien en un 2010 por ruedos españoles y franceses con altibajos, la misma la culminó con puntos en alza a tenor de la calidad que varias de sus faenas dejaron impresas.

No menos viene en su debut el coleta de Gerena, Daniel Luque, torero quien en el año 2009 se convirtió en una de las revelaciones que pisó fuerte el acelerador a comienzos de este 2010 en arenas españolas. La apuesta muy ambiciosa en plazas como Madrid y Sevilla no se dio del todo, lo que hizo replantear una campaña donde progresivamente se vino arriba ante las dificultades que se presentaba en las mismas. Conserva el mismo halo de expectativa, y no se extrañe que si le embista un toro, el fervor haga de las suyas ante los presentes.

Como no podía ser, para un cartel de este fuste se tiene en vera la lidia de una gran ganadería, como lo es la divisa de Los Ramírez, propiedad de Ricardo Ramírez, vacada corta de camada que basa su nombre en la calidad no en la cantidad, y más en plazas de máximo relieve como esta, donde sus triunfos son referencia y frecuentes en las ultimas temporadas.

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