miércoles, 15 de septiembre de 2010

VARAS DE LA MUERTE / Por Aquilino Sánchez Nodal


VARAS DE LA MUERTE


Por Aquilino Sánchez Nodal
Miércoles, 15 de Septiembre de 2010
En un adiós inédito de poeta sorprendido por la terrible noticia, sin información ni motivo de la muerte de un picador amigo:

. . .“Por la boca de tu herida abierta de par en par. Por el ojo húmedo carmesí de tu herida. Por la risa atroz de la dentadura de tu caballo de picador de tu herida. Por la lava del volcán de tu herida. Por la tinta roja del último poema escrito en tu despedida”.

Los servicios de emergencia han encontrado sin vida el cuerpo del Picador, Luis Antonio Vallejo, “El Pimpi” en la madrugada del día 11 de Septiembre de 2.010, en el Polígono “Los Villares”, de Salamanca.

Sin saber por qué, los epílogos luctuosos de esta parte de la lidia los firma la confusión. Nadie sabe de manera cierta lo que ha pasado. Surge la noticia sin fundamento que la explique.- “Se cree que ha sido un suicidio”.

La mayoría recordamos a aquel muchacho, sobrino e hijo de “Los Pimpis” que no paraba de bullir por el patio de caballos de Las Ventas. Unas veces montado en el percherón para calentarlo. Otras actuando de “figurante” de monosabio. Pero siempre, con una sonrisa y un saludo en los labios. Un buen día, con palabras atropelladas me dice que se había hecho picador. Radiaba de felicidad. Hoy, mudo por la sorpresa, me topo con su muerte. El pensamiento en desorden, parece que se tratara de un cuento de mayoral. La familia, los amigos, los aficionados y la Fiesta necesitan un ejercicio en busca de la verdad de lo sucedido. De cualquier forma en que ocurriese, ha muerto otro torero víctima del toro.

Descanse en Paz este joven, hijo, sobrino y nieto de una de las mejores y rancias estirpes de picadores.

Salamanca nos sobresaltó hace algunos meses con otra terrible noticia:

“El cuerpo sin vida del picador salmantino Juan Luis Rivas ha sido encontrado, este mediodía, en una finca de la localidad de Aldehuela de la Bóveda. El juez de guardia ha procedido, a primera hora de la tarde, al levantamiento del cadáver. La circunstancia de la muerte se determinará en la autopsia. Será enterrado en el cementerio de su pueblo natal. El varilarguero actuaba a las ordenes del matador charro, Eduardo Gallo”.

Está desconsolada noticia aparecía en los mentideros taurinos el día 23 de Junio de aquel sangriento año 2.009. Un recuerdo ayuno de frescor golpea la historia de otro picador, el primer torero muerto por un toro, recogido en las noticias. Nada coincide en las formas unos, en la oscuridad sin respuestas. El otro, en la luminosidad de la plaza de toros. Son extremos de muerte de picadores: el primero y el último hasta la fecha.

Sevilla, 1.747. Ese año, entre los días 10 y 12 de Junio se corrieron 45 toros de diferentes ganaderías: Marqués de la Cueva, Bejarano, Hernández de la Coria, don Juan Antonio Maestre, don José Martínez y don Juan Briones.
Participan los picadores de vara larga: José Daza, Antonio Rodríguez, José Hernández, Villa y nuestro protagonista: Marcos Sáez.

“ El día 10, un toro de don Juan Briones, después de dar muerte a dos caballos, en tercera puesta, derriba y arremete al picador Marcos Sáez, causándole la muerte en el acto”.
Nada más. Por fecha ocupa el trágico lugar de primera víctima por asta de toro en toda la historia de la tauromaquia.
El primer matador de toros fallecido a consecuencia de cornada, fue José Cándido Expósito en 1.771 en la Plaza del Puerto de Santa María (Cádiz). Lo curioso es la nota de gastos que este suceso registra:

Un escribiente de la época llamado Tablantes, detalla las cuentas de la Maestranza por el óbito:

- “La muerte del picador Marcos ha originado los siguientes gastos:
A la viuda, por un día que picó su marido: 425,00 reales.

Por haber muerto en la plaza se pagan: 213,00 reales para el entierro.

Propina a la señora viuda por orden: 550,00 reales mandados pagar por el señor Teniente Maestrante.
Total: 1.188,00 reales. Que se descuentan de la donación del día 10 de Junio y se justifican con la señal de Cruz puesta por la señora viuda del picador Marcos Sáez en el recibo que se ha presentado”.

No conocemos el cambio de real a €uro pero si, podemos hacer una elemental comparación:

- El matador, José Delgado “Pepe-Hillo”, esa temporada había firmado una exclusiva, 10 corridas de toros, con los Maestrantes de la plaza sevillana por, 9.000,00 reales.

- La temporada siguiente, Pepe-Hillo y Joaquín Rodríguez “Costillares”,
cobraron 14.000,00 reales cada uno por matar 85 toros entre los dos.

Que el Dios de los toreros tenga en su Gloria a todos los picadores, muertos a consecuencia de su actividad, desde Marcos a Vallejo, la historia tiene anotados unos cuantos, demasiados.

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