lunes, 20 de septiembre de 2010

UN FANDI DE 1000 Y UNA TARDES / Por Pedro Javier Cáceres

El fandi con las dos orejas del toro
en su corrida nº 1000 en Murcia
(Foto Del toro al infinito)
Un "Fandi" de 1000 y una tardes
Por Pedro Javier Cáceres
19 de Septiembre de 2010
Ocurrió hoy, domingo, en Guadalajara. La tarde torera 1001 de El Fandi.
Cumplía un trámite, nunca se lo planteó como objetivo, menos un hito. Hecho que muchos sueñan pero, conscientes de su impotencia y limitaciones por alcanzarlo, lo minimizan hipócritamente.

Ayer, en Murcia, hacía su paseíllo número 1.000 como matador de toros en plazas europeas. Sin embargo, Fandi, en su humildad de “grande”, no le echaba cuentas. Mató sus toros, cortó sus orejas y viajó camino de las 1001 y sucesivas. “Hasta que el cuerpo aguante”… y los públicos y los empresarios quieran.

Para llegar a esa cifra, club de privilegiados, como las varias temporadas que ha encabezado el escalafón y superados los 100 festejos por ejercicio, no es suficiente torear a destajo por los gaches. Para alcanzar esos niveles es menester sumar tardes en plazas de primera y segunda, en España, Francia y América (aunque estas no están inventariadas en la efemérides de referencia), a base de doblar, a veces triplicar, actuación en una feria. Y así una temporada tras otra. El consentimiento a tal redundancia solo lo da el público. Punto. No es un torero económico para los empresarios por su cotización en respetables euros, y si no es el que más cobra si es el más rentable.

1001 tardes de Fandi. Con 29 años y dos lustros de alternativa. No está mal a pesar de no ser santo de la devoción de los “ayatolás” y del fundamentalismo e integrismo de esa especie de “islam” duro en la que algunos instalan, según su conveniencia, la pureza de un espectáculo que dicta sentencia para asegurar su supervivencia cuando se hace el arqueo de taquilla. Lugar del coso, la tquilla, del que generalmente desconocen su ubicación la calaña de referencia que tiende a mutar la letra pequeña del “cossío” por una tauromaquia coránica aligerada en su lectura por el compendio de “Las Mil y Una Noches”, la obra más representativa de la literatura oriental con gran influencia en las occidentales. Literatura, al fin y al cabo.

Las Mil y Una Noches (fuente de cuentos, leyendas e historias fantásticas) que esta “grey”, con mando en plaza, a menudo, en crónicas y demás, nos relatan: la versión taurina, bien, de “La lámpara de Aladino”, ora, de “Simbad el Marino” o “Alí Babá y los 40 Ladrones”, en la que más de uno se reconocerá a sí mismo.

Frente a estas Mil y Una Noches, la propuesta de su diana de cabecera para sus venenosos dardos es de 1000 y 1 tardes… y delante del toro; una veces mas chico, otras más grande, por que, escrito está, para marcar tal registro ha habido que pasar varias veces por todas las plazas del mundo, todas.

Una anécdota. Preguntado Fandi por su potencia y velocidad para correr hacia atrás y si alguien le ha ganado en rapidez, contesta sin vacilaciones que sí, muchos…pero ninguno con el toro de por medio.

1000 es cifra cabalística. 1001 además capicúa.
El Fandi, 1001 tardes. Registro poco probable de igualar. El número se presta a parangones y juegos retóricos.1001 se llamó el proceso que en el año 73 llevó a la cárcel a toda la dirección de Comisiones Obreras. La de entonces, la trabajadora; no la de hoy, de liberados y ociosos que en aquella época hubieran sido pasto del negociado, dentro del TOP, de vagos y maleantes. Aclaro que es metáfora; ácida pero metáfora. Siempre “animus iocandi”, nunca “injuriandi”.

1001 son ya los números de Fandi en el vademecum toreril.
Tómenlo como una casualidad o, porqué no, una causalidad: torero despreciado y denostado, la mayoría de las veces de forma irrespetuosa y grosera, por el “despotismo ilustrado”, los números, los 1001 de Fandi, bien podría ser el “proceso” 1001 a tanto crítico, vocero o juntaletras, y aficionados de diseño que tienen como referencia, por ejemplo, la Monumental de Cantalejo.

Un paréntesis (Hasta el rabo cortado por Morante, famosa por su chorizo, el de Cantalejo: las tres primeras rajas sin pellejo).
El dato, 1001 tardes, no es leyenda ni literatura. Es la verdad de Fandi.

Lo demás son, más que opiniones o criterios, gustos ( y para ello pintan los colores)
Lo dejó Antonio Machado cincelado en mármol: “Tu verdad no; la verdad / y ven conmigo a buscarla. / La tuya, guárdatela.”

Plaza de Toros de Murcia
El Fandi brinda a su padre el primer toro de su corrida nº 1000

elimparcial.es


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