miércoles, 12 de mayo de 2010

6ª DE SAN ISIDRO.- CON LA VENIA: “EL SILENCIO DE LOS CORDEROS….Y DE LOS LOBOS

El bravo mejicano ante el manso de La Martelilla

EL SILENCIO DE LOS CORDEROS… Y DE LOS LOBOS

Por Bocanegra
Madrid, 12 de Mayo de 2010
La rotación de público continuó ayer por los tendidos de Las Ventas para ver la ruina que se presagiaba con los toros de La Martelilla.
5 años 5, cinco ferias consecutivas lidiándose este hierro en la grandiosa feria de San Isidro sin que nadie diga nada en su contra. Aquí lo de Domecq puede salir como quiera, pegar el petardo que sea y no pasa nada, bueno sí pasa, que le repiten año tras año. Por el contrario, cuando se trata de toros de ganaderías encastadas, de las llamadas “rabiosas” y que no dan el juego esperado, todos se le echan encima y las mandan al exilio. Algunos, como el plumilla don nadie, con llamativos titulares de prensa, animaron en su día al criador a su exterminio en el matadero.

Por ese trance han pasado las ganaderías de Partido de Resina y Guardiola, que solo han merecido ser lidiadas en vísperas del ferial del santo patrón, pero que por su magnífica presentación y juego llevan camino de superar con creces a las anunciadas en estos trifásicos y esperpénticos carteles.

La escalera ganadera salió por los chiqueros, reses de la Martelilla con el remiendo de Navalrosal y un sobrero de Domínguez Camacho, toros blandos, inválidos algunos, de escaso trapío otros, como el ridículo segundo y horroroso sexto con aspecto de cabra ahorcada, de ningún modo recibieron, ni mucho menos, las iras del respetable –es un decir, a tenor del trato que recibe-.
En los tendidos de la plaza reina el silencio de los corderos, y todo vale. El presidente no menos esperpéntico, servidor de la autodenominada afición y visitador de su madriguera, gozó también del mutis de los lobos a pesar del grotesco manejo del pañuelo ante los corderos silentes.

No importó que el palco permitiera que la suerte de varas fuera otro simulacro, ni que una mano a la deriva exhibiera el pañuelo verde en banderillas atendiendo la jocosa petición de la afición, ni que mantuviera en el ruedo al sobrero inválido ¡no pasa nada!, los espectadores de turno a los suyo, caramelos, pipas y avellanas…., como los Del Río, y a pegar gritos a los camareros como si de nodrizas de guácharos se trataran.

Así que la mansedumbre voló sobre el nido venteño. Mansos los toros, mansos los corderos, amansados los lobos -¿quién habrá sido el domador?, y sin el menor atisbo de bravura en los espadas Abellán, y César Jiménez, jóvenes toreros aún y en actitud de amortizados.

Entre tanta docilidad en la otrora corte suprema del toreo, la única bravura que apareció fue la del mejicano Arturo Macías, nuevo en esta plaza. Su valor, frescura, y entrega iluminaron al apagón de la tarde,y llevaron la emoción a estas buenas gentes, aunque su falta de temple y empecinamiento en sitios y formas tomasistas casi le mandan a la jurisdicción de Don Máximo.
Su apoderado ya ha dejado en el camino a dos toreros por empeñarse en inculcarle el concepto del bautizado por el plumilla don nadie como dios de piedra, mesías, ciprés y otras cursiladas más. Sería deseable ver al torero de Aguascalientes tal como lo siente, como intérprete de su propia partitura que le ha llevado a triunfar rotundamente en su país. Las únicas ovaciones fueron para él, y para los bueyes de Florito naturalmente.
Arturo Macías

Todos tan tranquilos, silencio, se rueda....

RESEÑA DE LA CORRIDA
LAS VENTAS, 11 DE MAYO

6ª Feria de San Isidro. Casi lleno. Cuatro toros de Martelilla, un remiendo (3º) de Navalrosal y un sobrero (5º, al correrse turno) de Hermanos Domínguez Camacho. Muy desiguales de presentación, con ejemplares como el 2º impropios. Descastados y muy deslucidos, al límite de fuerzas.
Miguel Abellán, silencio y silencio.
César Jiménez, silencio y silencio.
Arturo Macías, que confirmaba la alternativa, silencio tras aviso y ovación con saludos.
Ovación para los cabestros Florito



No hay comentarios:

Publicar un comentario