sábado, 29 de mayo de 2010

23ª DE SAN ISIDRO.- CON LA VENIA: LA TALANQUERA, EL TORO, Y LAS AGALLAS DE PLATA / Por Bocanegra

Fernando Robleño con "su" oreja"
LA TALANQUERA, EL TORO, Y LAS AGALLAS DE PLATA
Por Bocanegra
Madrid 29 de Mayo de 2010
La talanquera venteña se mostró ayer en todo su esplendor. Igual se entusiasman con algún toro, sumándose a la ola del tendido de presión, que piden una oreja pueblerina, o que luce su profunda malicia contra un torero desbordado.

Ciertamente la corrida tuvo su interés. Se vio que el ganadero de Palha no tenía seis toros para Madrid y se tuvo que conformar con que le aprobaran cuatro de desiguales hechuras. Contento tiene que estar el criador por la condescendencia disfrutada en los corrales, porque un par de ellos carecían del trapío de Las Ventas, aunque luego en el ruedo se defendieran bien con casta, movilidad, y alguno bravo.

El aficionado pensará que más vale que esta tolerancia recaiga sobre hierros rabiosos que sobre otros del autobús de los artistas –matrícula de juanpedros-. Pero el favoritismo abre el portón del agravio, y se troca en connivencia cuando se baraja la certeza del apoyo del tendido amigo por la tarde con el silencio de la protesta profesionalizada, entronizado en Las Ventas como punto de referencia, sabiendo conducir con buena maña a los espectadores talanqueros a punta de pañuelo y gorgorito aguardientoso.

Precisamente el más chico de Palha, Leizirio de nombre, corrido en tercer lugar, ofreció un recital de bravura, con embestida fija y encastada, humillando a cada toque de la nerviosa franela de Francisco Javier Corpas, llevándose en el arrastre una justa ovación. Por el contario, no hubo compasión para el torero sevillano.
Ya se sabe que el público de toros es como es, pero duele ver como a un torero como Corpas se le echa a los leones sin haber toreado desde que el pasado año cortara una merecida oreja, en corrida agosteña en esta misma plaza, a un serio y bravo toro de Gascón. Así está el toreo y así han dejado a Las Ventas. No le sirvió de nada aquel triunfo, y el empeño y decisión para afrontar el compromiso de San Isidro no fue bastante ante la falta de sitio del buen torero sevillano.

Robleño cayó simpático a la talanquera con su esfuerzo ante el buen toro del Torreón. En su primero de Palha la gente tomó partido por la prontitud y movilidad del toro, pero con el torero nada de nada. Las repetidas embestidas terminaban con la cara por las nubes, a pesar del intento muletero de conducirlas a tierra.

Al ganadero César Rincón le vendría de perlas que le pidieran este remiendo, dos torazos que difícilmente hubieran sido aceptados en carteles de postín. Si el sexto sirvió para el torero acometiendo con nobleza y en chochón, fue el quinto el que se mostró con mayor pujanza y transmisión; buen toro este de El Torreón con el que Robleño estuvo bien, con oficio y muletazos templados y de buen gusto en terrenos de la solanera que estalló cuando le entró con ganas al colorao para dejarle una estocada baja y de rápido efecto.

La ruidosa petición la valoraría el palco como mayoritaria y el presidente concedió la oreja. La protesta por su concesión tampoco fue silenciosa. El error del presidente fue un hecho que quedará en anécdota, lo que sí es lamentable es que el público de la primera plaza del mundo pida orejas, como esta y otras cortadas en esta penosa feria, por faenas sin méritos y poco acordes a lo que debe ser la exigencia de Madrid.
Por lo menos el trofeo ha ido a parar a manos de un torero de digna y encomiable trayectoria, curtido frente a corridas duras, y con sangre regada por los alberos.

El oficio de Jesús Millán solventó su discreta actuación ante un lote no menos discreto, y con la espada más bien picoteó el negro lomo de sus oponentes.

Si emotiva fue la bravura del tercero de Palha, emocionante apareció la actitud valerosa y gallarda de los toreros de plata. En estos tiempos dónde algún profesional cataloga públicamente de lilas a sus compañeros por sentirse ante el toro con hombría y torería, resulta conmovedor ser testigo de las agallas que le echaron con los palos Carlos Casanova y Jesús Arruga, ante un Palha que les esperaba con los pitones abiertos.

El bandrillero "lila" según los listos

Lo que se le viene encima a Jesús Casanova

Toro de Palha
Leizirio, nº 505, 521 Kilos



Fotografías: Iván Andrés de burladero.com


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