viernes, 5 de marzo de 2010

TOROS BIC / Por Ignacio Ruiz Quintano

"... un San Isidro sin Ponce, que cumple veinte años amarrado al remo de la galera turquesca de este Bien de Interés Cultural que es la Fiesta..."

Toros Bic

IGNACIO RUIZ QUINTANO
ABC
Madrid.-Viernes , 05-03-10
El hombre primitivo era cruel, glotón y mañoso, y porque lo era sobrevivió. Hace al menos quinientos mil años que el hombre lidia con toros. El primer torero fue el hombre paleolítico. He aquí el arranque prodigioso de «El cuerno y la espada», el estudio del antropólogo Jack Randolph Conrad, que hoy se reafirma en que una corrida implica honradez y honor -«nunca con cuernos afeitados»-, y por eso el enfrentamiento entre un toro bravo y un hombre valiente es algo digno de verse.
Este espectáculo soberbio es lo que Madrid se propone preservar mediante la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC). Y la izquierda que habla de toros para no hablar de parados habla de parados para no hablar de toros. Pero oigamos al antropólogo yanqui: un hombre valiente frente a un toro bravo... e íntegro. (Un yanqui sin «sanfermines» porque, «habiendo sobrevivido a veinte misiones aéreas sobre Alemania, no tenía que demostrar mi hombría o mi valor»).
Menudo asunto, la integridad del toro, para que la oposición largara sobre la degeneración del toro de Madrid y el politiqueo de Beneficencia, con un San Isidro sin Ponce, que cumple veinte años amarrado al remo de la galera turquesca de este Bien de Interés Cultural que es la Fiesta, basada en un culto supremo -a la Fuerza y a la Virilidad- sañudamente perseguido por eso que Alain de Benoist llama la «conjura de las tres T»: Trissotin (el Mosterín de «Las mujeres sabias»), Tartufo y Torquemada.

1 comentario:

  1. Es imposible que haga quinientos mil años que el hombre lidie con toros. Simplemente porque el hombre ("homo sapiens sapiens") no apareció en la tierra hasta mucho más tarde. En Europa concretamente hace 35 mil años. El hombre paleolítico no fue para nada torero, sino cazador de animales, y entre los animales que cazaba figuraba el extinto "bos primigenius". El libro de Conrad data las corridas de toros con una antigüedad de 50 mil años (no 500 mil como dice el ABC), sin que el autor demuestre con fuentes dicha afirmación gratuita. En efecto, ésta se desmonta por sí misma porque es imposible probar la presencia del homo sapiens en Europa en fecha tan remota. Los toreros en la forma moderna no aparecen en España hasta entrado el siglo XVIII, en Francia son algo anteriores, sin olvidar las justas o lidias a caballo que tenían lugar por toda Europa en tiempos medievales, renacentistas y post-renacentistas y que no muestran continuidad con posibles ritos del toro anteriores. Sorprende que se eche mano del trasnochado libro del pseudo-antropólogo yanqui para sustentar un negocio que mantiene una minoría para una minoría, entre la que figura un gran número de extranjeros a la búsqueda de experiencias "exóticas" y de la España que imaginaron los románticos.

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