lunes, 15 de marzo de 2010

EL TOREO ES ARTE, AUNQUE LOS ANTITAURINOS NO LO CREAN / Por Oscar Hernán Correa

Las Banderillas en la Tauromaquia de Osvaldo Viteri
EL TOREO ES ARTE AUNQUE LOS ANTITAURINOS NO LO CREAN
Por Óscar Hernán Correa
Colombia.-jupatoros.com
Pese al terco y empecinado escepticismo demostrado por los antitaurinos y por algunos que no lo son tanto, pero que de alguna manera también deliberan acerca de las corridas de toros, les recuerdo a los dos grupos que se inscriben en esta categoría que el toreo SÍ ES ARTE.

-“¿Cómo? ¿Qué es esa afirmación tan inhumana?” Replicarían al unísono los personajes que apuntamos arriba.
-“¿Cómo se le ocurre decir eso a usted, señor? Continuarían objetando, renglón seguido, nuestros antagonistas.

Pues, sí, el toreo es arte. Volvería a repetir con orgullo, también sin pausa, como lo determinarían ellos.

-¿Demuestre que el toreo es arte? Exigirían firmemente.

Lo primero que haría es ir hasta la más seria y estricta definición de lo que es Arte. Y comenzaría por recordarles que el arte es en definitiva una actividad creativa mediante la cual el ser humano expresa ideas, emociones, o en general, una visión del mundo, a través de recursos plásticos, visuales, lingüísticos, sonoros, o mixtos. Vamos despacio: el arte es un conjunto de normas y acciones para proponer imágenes u objetos donde la habilidad o el concepto se destaque.

Dice arriba: actividad creativa mediante la cual el ser humano expresa emociones. Pues sí que es creativo y emocionante ver a un torero frente a un animal tan bello como es el toro de lidia, cuando dibuja variadas imágenes; (Largas cambiadas, verónicas, medias verónicas, chicuelinas, cacerinas, gaoneras, revoleras, tafalleras, navarras, serpentinas, recortes, largas cordobesas, lopecinas). Pregunto: ¿Aquellas estampas toreras que vemos en el ruedo, las venden a la entrada de la plaza, con el sello de cada torero? No. El toreo es diferente. Las suertes del toreo no se exhiben de la manera como cuando vamos al cine, que antes de entrar en el salón, presenciamos en la cartelera algunas fotografías secuenciales de la película, y de antemano conocemos ciertas expresiones de los actores. En el arte del toreo es diferente. Absolutamente nadie sabe si el diestro las va a construir de nuevo. El torero improvisa frente al toro; nada es preconcebido. Es una puesta en escena sin libreto, pero la imaginación del torero aflora y se vuelve creativo, y emociona; ¿cómo? sí, emociona, y una de las características del arte es que éste debe emocionar, nos dicen los expertos en arte.

Y quién no se emocionó cuando vio al maestro César Rincón citar de largo con la muleta, y aguantar de frente a los toros que se arrancaban en galope, y el maestro firme, estático, lograba embarcarlos limpiamente con la mano derecha. Y quién no se emociona hoy con el estoicismo descarado y bello de José Tomás. Y quién no se emocionó con el ritmo musical que le imprimió al capote, José Miguel Arroyo, Joselito. O quién no se emociona hoy viendo torear con el capote a Morante de la Puebla.

“La emoción es una caída brusca de la conciencia en lo mágico”, nos recuerda Nietzsche. O como dijo Fernando Savater: “La tauromaquia es una permanente orgía en la que ninguno de sus participantes puede permanecer sobrio”. ¿Será esta manifestación una total emoción? Claro que sí. En consecuencia, el toreo es arte.

Y sí que hace su aparición la emoción y la magia cuando a quien vemos en un ruedo es un artista. ¿Un artista? ¿Y qué hace que una persona sea artista? Definición: artista es la persona que ejerce las diferentes valoraciones del arte, tales como la pintura, la danza, la arquitectura, la escultura, el teatro, la música. Alguien dijo: “Voy a ver los toreros en su coreografía de danza y muerte”. Conclusión: el torero es un artista. La pintura es arte. Pues el torero plasma en alto relieve sobre el ruedo amarillo escenas maravillosas de su creación. (Verónicas, Naturales, derechazos, trincherazos, molinetes, pases de pecho, la suerte suprema). Cada lance, cada pase, es arte efímero. Un día alguien me dijo: “’La faena es oro frágil y fugaz, una chispa de luz que llega y se va, pero que al final de la tarde queda en lo más hondo de nuestra memoria emocionada. El teatro es arte. Pues el torero es un actor, y su espacio mágico y redondo congrega público. Y el torero da inicio a su labor, continúa con una trama y por último, le agrega un final; sea glorioso o que contenga situaciones que lamentar. Es más: el torero es el único artista que es ovacionado en el momento mismo de su creación.

No hay que confundir artesano (persona que produce varios objetos similares con iguales características), con artista (persona que realiza una obra única) El torero es un artista porque produce obras únicas. Cuando se da el caso de mencionar una faena en especial, se refiere a la faena que un torero produjo en un momento determinado, y se da el nombre del protagonista, porque fue alguien en especial el que la produjo. Matadores de toros hay por doquier. En España hay miles. En Colombia hay cerca de 160. Y unos son más artistas que otros; que son, en última instancia, los que llegan a trascender.

Más sobre Arte. Arte es toda aquella manifestación de la actividad humana que se expresa en forma subjetiva, única e irreproducible de algo real o imaginario. Habrá en la historia del toreo otro igual a Juan Belmonte. A Manolete. A Antonio Ordóñez. A Pepe Cáceres. A El Cordobés. A Paco Ojeda. A Ponce. Cada uno es único.

Continúo con más definiciones sobre Arte. Arte es la manifestación de la inteligencia humana, por la cual se expresa la creatividad con la finalidad de establecer una comunicación entre el artista y el observador intentando en la medida de lo posible, la transmisión de sentimientos y sensaciones. ¿Quién no ha llegado a llorar viendo torear al maestro Antoñete; o a Rafael de Paula? ¿Será que un torero logra transmitir sentimientos e inusitadas sensaciones? Claro que sí. Porque el toreo es pasión, y el arte es pasión.

Las artes plásticas se caracterizan por utilizar materiales flexibles o sólidos, y que están dispuestos a ser moldeados a voluntad del artista. Pues bien, cuando un toro salta a la arena, aquel animal hermoso que parte plaza, se encuentra con un escultor que paulatinamente comienza a moldearlo, a pulirlo, a darle forma a una embestida de ímpetu desordenado. Y es cuando el torero inicia su labor creativa: dibuja, esculpe, canta, se vuelve poeta. Y el toro deja de ser un animal para convertirse en una adaptable y brava arcilla, en dulce cerámica, en tierna arena, en una confabulada caliza, en un brillante mármol, y el torero con su inteligencia y con sus manos, produce arte, inventa arte efímero del que ya hablamos.

Y a los incrédulos, los invito a que presencien obras escultóricas del maestro valenciano Mariano Benlliure, que supo esculpir aquel momento de chispa de luz que un torero le regaló una tarde sublime. Luego Benlliure se encerró en su estudio, y en un silencio de emociones, comenzó a recordar el arte del torero, y copió fielmente una verónica, o un natural, o un trincherazo, o una bella estocada. Enhorabuena él, que logró trasladar aquella imagen, y plasmarla. Enhorabuena nosotros que dejamos aquella imagen grabada en nuestra memoria por siempre, y que ya nadie podrá borrarla, porque es nuestra.

Agrego: Las artes plásticas son aquellas que implican objetos tridimensionales. Pues, vamos a la plaza. Sentémonos en el tendido. ¿Habrá más arte tridimensional en los momentos que vemos a un torero frente a un toro dialogando, danzando? El maestro Antonio Ordóñez, decía: “El torero establece con el toro el mismo diálogo que el bailarín entabla con la música”. Y toda esa estética maravillosa se desarrolla en un escenario totalmente tridimensional.

La palabra arte proviene del latín: ‘ars’, lo que se entiende como: “habilidad o maestría de una persona para elaborar algo, y que lo realice en forma sobresaliente”. Y nosotros hemos visto faenas sobresalientes; que nos han puesto a hablar de ellas por días y por años. O acaso ya olvidamos la tarde del 21 de mayo de 1991, en Madrid, cuando el maestro César Rincón bordó el toreo al toro de nombre Santanerito, de la ganadería de Baltasar Ibán. Luego, el torero, es un artista.

Las ideas que definen el arte visual son: apropiación, por parte del artista, de una cantidad ilimitada de recursos así como de estilos. Recordemos cómo cada torero en el ruedo nos brinda quites, adornos; bien con el capote; bien con las banderillas; bien con la muleta, que no esperábamos ver. Son recursos propios del torero que le afloran en momentos de inspiración. Y hablar sobre estilos, sí que los hay, y de gran variedad. Y todos los años irrumpen. Igual que en el caso de la pintura: vemos estilos diferentes como es el que nos brinda el Renacimiento, también el Barroco, de igual manera el Neoclasicismo, también el Romanticismo, etc.

Asimismo, el arte busca nuevas estrategias expositivas, con la intención de lograr innovación en ideas o formas. De allí que el torero que triunfa, es porque imprime a sus maneras toreras innovación, como es el caso de El Fandi, con su espectacular tercio de banderillas, o vamos atrás, El Cordobés, con su tremendista salto de la rana. O Manolete, con su quietud y sus distancias tan cortas, cuando nadie se lo pensaba. Y los toreros mexicanos, innovadores en cuanto a la pinturería con el capote, como nadie los hace. Y no sigo con la relación de toreros innovadores, porque nos coge la Noche Buena.

El artista realiza o produce obras de arte únicas. Y estas son reconocidas por el público presente en una plaza de toros. Explico: no es el torero el que se atreve a manifestar si es arte o no; es el público el que aprueba o desaprueba. Siempre ha sido así en todas las prácticas artísticas. El ¡óle! es el beneplácito. De lo contrario, guarda silencio. Por ello, el buen aficionado se estremece cuando ve construir una bella obra de arte, y lanza la expresión: ¡“Bi-en!”.

El escritor español José Antonio Pérez, nos recuerda que el torero es, pues, un hombre hecho para la creación, la creación de un mundo lúdico, insólito, complejo, original; un artista que crea y recrea su inspiración en el gran mundo de la plaza de toros; que despliega el lirismo con la capa y muleta, entona la emoción con la gallardía del natural y el arrojo con la estocada.

El toreo es arte, señores antitaurinos.

5 comentarios:

  1. Yo también creo que el toreo es arte. Y los antitaurninos se tendrán que callar.


    Si alguien quiere disfrutar de una corrida en la que no hay entradas, os dejo un enlace:
    entradas jose tomas madrid

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  2. TORERO ASESINO me da asco tu profesion
    EL TORERO ES EL UNICO QUE DEBERIA MORIR EN EL RUEDO POR COBARDE.
    maltratar, torturar hasta matar a un animal no es arte, es una aberracion del ser humano si es que se pueden llamar ser humano a un hijo de puta que no respeta la vida de un animal.

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  3. "emocionante ver a un torero frente a un animal tan bello como es el toro de lidia", en algo estamos de acuerdo, el toro de lidia es un animal increíblemente hermoso, pero chorreando sangre pierde un poco·(sarcasmo)

    CRIMEN, TORTURA, AGONIA Y MUERTE¡¡ ¿eso es arte para vosotros? la esencia del arte se aleja mucho de tal salvajada. (╥﹏╥) vamos hacia atrás en vez de adelante... que pena de humanidad, involucionando hasta el chimpancé¡¡

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  4. EL ARTE DEL TOREO EN CUANTO AL PERFECCIONAMIENTO DE MATAR UN TORO (EL PERFECCIONAMIENTO DE UN OFICIO) PUEDE SER LLAMADO ARTE, ASÍ COMO EL PERFECCIONAMIENDO DE MATAR LENTA Y DOLOROSAMENTE A UN SER HUMANO PARA LUEGO DESCUARTIZARLO Y DELEITARME CON MI OBRA.
    EL PROBLEMA NO ES EL ARTE POR EL ARTE SINO LAS IMPLICACIONES MORALES, ETICAS Y ANIMALISTAS QUE IMPLICAN LAS CORRIDAS DE TOROS. VIOLAR UN NIÑO PARA ALGUNAS PERSONAS PUEDE SER SATISFACTORIO, PERO EL QUE SUFRE ES EL NIÑO Y EN EL CASO DE LAS CORRIDAS ES EL TORO QUE CUENTA CON UN SISTEMA NERVIOSO COMO EL DE TODOS LOS MAMÍFEROS.

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  5. EL TORO ES UN ANIMAL EL SER HUMANO TAMBIEN ES UN ANIMAL, CRECE SE REPRODUCE Y MUERE, EL TORO NO MATA POR PLACER SE DEFIENDE, EL TORERO SI MATA POR PLACER

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