Antonio Carmona “El Gordito” era hermano de los toreros José y Manuel, conocidos como “Los Panaderos” por la profesión del padre. Ya con 8 años se escapaba de casa para torear en el Matadero sevillano que estaba en su mismo barrio, el barrio de San Bernardo que es el barrio de los toreros de Sevilla.
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UNA DINASTÍA EMOCIONAL – “LOS PANADEROS”
Por Aquilino Sánchez Nodal
Madrid, 29 de Mayo de 2011.-
En el principio del toreo la rivalidad era el motivo que llevaba al enfrentamiento para demostrar superior valentía. Era una cuestión de habilidad para lograr la admiración de su círculo. Aquellos peligrosos juegos con los toros remotamente se parecían a enfrentamientos de fieros animales para dominar su comunidad. En estas exhibiciones aparecen las competencias que resultan más adaptables y regulan la función. Sin pretenderlo un nuevo factor surge, la profesionalidad de los más capacitados. Los negocios familiares se heredan y familias enteras mantienen y se dedican a un mismo oficio. Aparecen las dinastías de toreros.
En aquella lejana época, la mentalidad del vulgo era abierta y recibieron las corridas de toros como algo propio de su condición de españoles. En poco tiempo llegaría la plenitud de las competencias taurinas y la grandiosidad del toreo. La primera reconocida surge con Pedro Romero, Joaquín Rodríguez “Costillares y José Delgado “Pepe.Hillo” para ganar la dirección de la plaza de toros de Sevilla. Como dato, Romero fue el elegido por el corregidor. La última entre José Gómez “Joselito” y Juan Belmonte, en el horizonte, la plaza Monumental de Sevilla para competir con la Maestranza. Después, los intereses, las componendas y los cuartos manipulan publicitariamente para atraer ilusos a las taquillas. Las competencias entre toreros han desaparecido para siempre. Una paradoja mantiene el interés por las corridas de toros, las dinastías toreras. Son historias semejantes de familias cuyos miembros compiten “a mejor” para satisfacción del patriarca y gozo de los públicos que abarrotan las plazas. Aparecen las familias, los Romero, los Palomo, Guillén, Arjona y el “El Tato” consorte, los “Sombrerero”, “La Santera” padre e hijo … y una poco conocida pero de máxima importancia para nuestra historia, “Los Panaderos”.
Con el toreo moderno son muchas las dinastías con diferentes suertes. Vázquez, “Litris”, Ordóñez – Rivera, Dominguín y tantas que conocemos. Afortunadamente, una acapara y destaca por su capacidad lidiadora, sacrificio y su aportación a la Fiesta de manera excepcional, reconocida y admirada mundialmente, la “Bienvenida” Desde el primer torero, banderillero por cierto, Manuel Mejías Luján, que ostento el Alías de Oro, todo un Siglo de torería ha estado marcado con el nombre de un pueblo de Badajoz. El tiempo puede borrar la memoria de los aficionados pero la leyenda es historia y perdura al paso de los años. Hay temporadas que en la tauromaquia aparecen espacios vacíos, nostálgicos por ausencia de interés que si son largos, pueden acabar con las corridas de toros. En esos momentos sin dinastías ni competencias, surge la figura monotemática que carga con el toreo, termina con la aflicción y vuelve a llenar las plazas de toros, “Paquiro”, “Guerrita”, “Manolete”, “El Cordobés” y el último, José Tomás han sido los elegidos hasta la fecha.
La curiosidad hace detenernos en una dinastía imprescindible de los comienzos taurinos: “Los Panaderos.”.
Comienza en Sevilla el 20 de Marzo de 1.825. La señora Gertrudis Luque da a luz un crío al que le ponen de nombre José, igual que el padre José Carmona, maestro fabricante de “tosti”. La familia aumenta con el nacimiento de dos chicos, Manuel y Antonio. El mote familiar lo toman José y Manuel, el pequeño, ajeno a la panadería decide “El Gordito” como su apodo taurino. José Carmona “Panadero” actúa de banderillero en las cuadrillas de Juan Pastor “El Barbero”, Manuel Domínguez “El Chiclanero”, con Juan Martín “La Santera” y Manuel Trigo. La alternativa se la concede “El Barbero” en Sevilla el 15 de Agosto de 1.842. Confirma en Madrid el 3 de Agosto de 1.856, toma antigüedad pero no recibió los trastos de su confirmante Manuel Domínguez, el testigo fue José María Ponce. Se retira en 1.863 y muere en Sevilla el 12 de Agosto de 1.881.
Manuel Carmona “Panadero” nace en Sevilla el 24 de Noviembre de 1.832. Es el único de los hermanos que aprende el oficio del pan. Ingresa como banderillero en la cuadrilla de su hermano José. La alternativa en Sevilla el 4 de Abril de 1.858, actuando junto a Juan Lucas Blanco, Manuel Domínguez “El Chiclanero” y José Manzano “El Nili”. Por cogida, al parar al primero de la tarde, Lucas, el padrino accidental fue Manuel Domínguez. Hizo una discreta carrera taurina casi siempre impuesto en los carteles por su hermano Antonio. Retirado en 1.875 creó una escuela taurina que dirigió con éxito por la facilidad que demostraba para explicar sus conocimientos del toreo. Falleció en Sevilla el 16 de Abril de 1.899.
“Los Panaderos” alcanzan la cumbre con Antonio Carmona Luque “El Gordito”, figura notabilísima de su tiempo. Nació el 19 de Abril de 1.838 en Sevilla. Desde muy pequeño siente la influencia de sus hermanos mayores. Viaja a Lisboa en donde permanece una larga temporada para aprender los quiebros que hacen, a cuerpo limpio, los toreros portugueses, alardes que pone en práctica especialmente en banderillas. No era una suerte original suya pero desconocida para los aficionados españoles que al verla por vez primera en Sevilla, abril de 1.858, produce un entusiasmo delirante en el público. Todas las plazas se disputan “El Gordito”. Su nombre es destacado con letras más grandes en los carteles y obliga a los empresarios a contratar a sus hermanos.
En aquella lejana época, la mentalidad del vulgo era abierta y recibieron las corridas de toros como algo propio de su condición de españoles. En poco tiempo llegaría la plenitud de las competencias taurinas y la grandiosidad del toreo. La primera reconocida surge con Pedro Romero, Joaquín Rodríguez “Costillares y José Delgado “Pepe.Hillo” para ganar la dirección de la plaza de toros de Sevilla. Como dato, Romero fue el elegido por el corregidor. La última entre José Gómez “Joselito” y Juan Belmonte, en el horizonte, la plaza Monumental de Sevilla para competir con la Maestranza. Después, los intereses, las componendas y los cuartos manipulan publicitariamente para atraer ilusos a las taquillas. Las competencias entre toreros han desaparecido para siempre. Una paradoja mantiene el interés por las corridas de toros, las dinastías toreras. Son historias semejantes de familias cuyos miembros compiten “a mejor” para satisfacción del patriarca y gozo de los públicos que abarrotan las plazas. Aparecen las familias, los Romero, los Palomo, Guillén, Arjona y el “El Tato” consorte, los “Sombrerero”, “La Santera” padre e hijo … y una poco conocida pero de máxima importancia para nuestra historia, “Los Panaderos”.
Con el toreo moderno son muchas las dinastías con diferentes suertes. Vázquez, “Litris”, Ordóñez – Rivera, Dominguín y tantas que conocemos. Afortunadamente, una acapara y destaca por su capacidad lidiadora, sacrificio y su aportación a la Fiesta de manera excepcional, reconocida y admirada mundialmente, la “Bienvenida” Desde el primer torero, banderillero por cierto, Manuel Mejías Luján, que ostento el Alías de Oro, todo un Siglo de torería ha estado marcado con el nombre de un pueblo de Badajoz. El tiempo puede borrar la memoria de los aficionados pero la leyenda es historia y perdura al paso de los años. Hay temporadas que en la tauromaquia aparecen espacios vacíos, nostálgicos por ausencia de interés que si son largos, pueden acabar con las corridas de toros. En esos momentos sin dinastías ni competencias, surge la figura monotemática que carga con el toreo, termina con la aflicción y vuelve a llenar las plazas de toros, “Paquiro”, “Guerrita”, “Manolete”, “El Cordobés” y el último, José Tomás han sido los elegidos hasta la fecha.
La curiosidad hace detenernos en una dinastía imprescindible de los comienzos taurinos: “Los Panaderos.”.
Comienza en Sevilla el 20 de Marzo de 1.825. La señora Gertrudis Luque da a luz un crío al que le ponen de nombre José, igual que el padre José Carmona, maestro fabricante de “tosti”. La familia aumenta con el nacimiento de dos chicos, Manuel y Antonio. El mote familiar lo toman José y Manuel, el pequeño, ajeno a la panadería decide “El Gordito” como su apodo taurino. José Carmona “Panadero” actúa de banderillero en las cuadrillas de Juan Pastor “El Barbero”, Manuel Domínguez “El Chiclanero”, con Juan Martín “La Santera” y Manuel Trigo. La alternativa se la concede “El Barbero” en Sevilla el 15 de Agosto de 1.842. Confirma en Madrid el 3 de Agosto de 1.856, toma antigüedad pero no recibió los trastos de su confirmante Manuel Domínguez, el testigo fue José María Ponce. Se retira en 1.863 y muere en Sevilla el 12 de Agosto de 1.881.
Manuel Carmona “Panadero” nace en Sevilla el 24 de Noviembre de 1.832. Es el único de los hermanos que aprende el oficio del pan. Ingresa como banderillero en la cuadrilla de su hermano José. La alternativa en Sevilla el 4 de Abril de 1.858, actuando junto a Juan Lucas Blanco, Manuel Domínguez “El Chiclanero” y José Manzano “El Nili”. Por cogida, al parar al primero de la tarde, Lucas, el padrino accidental fue Manuel Domínguez. Hizo una discreta carrera taurina casi siempre impuesto en los carteles por su hermano Antonio. Retirado en 1.875 creó una escuela taurina que dirigió con éxito por la facilidad que demostraba para explicar sus conocimientos del toreo. Falleció en Sevilla el 16 de Abril de 1.899.
“Los Panaderos” alcanzan la cumbre con Antonio Carmona Luque “El Gordito”, figura notabilísima de su tiempo. Nació el 19 de Abril de 1.838 en Sevilla. Desde muy pequeño siente la influencia de sus hermanos mayores. Viaja a Lisboa en donde permanece una larga temporada para aprender los quiebros que hacen, a cuerpo limpio, los toreros portugueses, alardes que pone en práctica especialmente en banderillas. No era una suerte original suya pero desconocida para los aficionados españoles que al verla por vez primera en Sevilla, abril de 1.858, produce un entusiasmo delirante en el público. Todas las plazas se disputan “El Gordito”. Su nombre es destacado con letras más grandes en los carteles y obliga a los empresarios a contratar a sus hermanos.
Antonio Carmona fue el torero más caro de su momento. José le da la alternativa en Córdoba el día 8 de Junio de 1.862. Curro Cúchares le confirma el 5 de Abril de 1.863, toro “Corzo”, un “colorao” de doña Gala Ortiz. De segundo espada actuaba Antonio Sánchez “El Tato”. Allí comienza la feroz competencia entre los dos matadores. Sus partidarios se enzarzaban en peleas sangrientas con pasión desbordada. Una confrontación en la plaza de Madrid de los dos bandos, debido a una provocación de “El Gordito”, obliga a la empresa a excluirle de los carteles las temporadas de 1.868, 1.875, 1.877 y 1.884 para evitar desgracias personales y materiales provocadas por los seguidores de ambos toreros.
Antonio Carmona basaba su toreo en los adornos, los quiebros barrocos en banderillas, sus lucidos quites y su facilidad esquivando las tarascadas del toro, todo esto era posible por un perfecto conocimiento de la técnica de la lidia. La espada era su asignatura pendiente y el principal argumento de ataque de los “Tatos”, respondidos abruptamente por los incondicionales de “El Gordito” que aludían el mejor manejo de los trastos por su torero. Antonio Sánchez “El Tato” ha sido el matador más admirado por su precisión en ejecutar la suerte de matar. Cuando un toro se pone imposible, el matador de turno exclamaba: “¡Que lo mate “El Tato”!.
Antonio Carmona Luque “El Gordito” se retira “rico perdío” en 1.889. Hombre metódico y sosegado llega a la longevidad poco frecuente en aquella época, 82 años. Muere en Sevilla el día 30 de Agosto de 1.920, ya había matado el toro “Bailaor” a José Gómez en Talavera de la Reina.
Antonio Carmona Luque “El Gordito” se retira “rico perdío” en 1.889. Hombre metódico y sosegado llega a la longevidad poco frecuente en aquella época, 82 años. Muere en Sevilla el día 30 de Agosto de 1.920, ya había matado el toro “Bailaor” a José Gómez en Talavera de la Reina.
--Estampas de La Lidia (08-06-1885)--
El Gordito inventa el quiebro a cuerpo limpio el 18 de Abril de 1858 en la corrida que presidían en Sevilla los Duques de Montpensier (muy vinculados a varios toreros: Montes, Chiclanero, etc.) se va a porta gayola, arroja el capote al suelo y espera al toro con los brazos cruzados para quebrar en la cabeza, arrancar la moña (divisa) a la res y ofrecerla a los entusiasmados Duques.
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