domingo, 15 de mayo de 2011

JOSELITO: AQUEL GRITO DESGARRADOR DEL TOREO / Por Aquilino Sánchez Nodal


AQUEL GRITO DESGARRADOR DEL TOREO

Por Aquilino Sanchez Nadal

Madrid, 16 de Mayo de 2011
La melancolía vuelve a ser un síntoma en el ambiente taurino de nuestro tiempo. Hay quien asegura que este sentimiento invade el espíritu del toro desde el 16 de Mayo de 1.920. De hecho, desde aquel día, muchos de sus héroes han muerto jóvenes y en posesión del talismán del toreo. Los aficionados mantienen una concepción romántica insatisfecha a pesar de los ríos de tinta, millones de palabras, de relatos manidos, de sentimiento alimentado  que comienza y termina con un hombre, un matador de toros que torea como nadie, camina por la historia y se desdobla en dios en la plaza de toros de Talavera. No sería hacer justicia que pasaran inadvertidos  pequeños detalles que ayudaron a coronarle rey intemporal del toreo. Este año se cumple el noventa y uno de la “corrida negra de la Tauromaquia” Como un goteo milagroso nos llegan datos que rodearon aquella fecha panorámica. 

-          Mi padre era hermano de la “Grabiela” “¿sentera usté?” y yo, … primo
de los “Gallitos” y sobrino del señor Fernando. Por allí, por la casa andábamos tos, asín que me coloqué con José como mozo de espás. ¿Sentera usté?. – A cada frase repite la misma muletilla.

-          Aunque no lo crea yo siempre fui partidario del Guerra, ¿sentera usté?
Pero con estas manos he doblao las muletas de José hasta que pasó aquello. – Se mira las palmas y se agarra las solapas de su americana como rúbrica de lo dicho. – He tratado a Guerrita y de él pacá a tos los güenos. Pues, como José, ¿sentera usté? No ha habido ninguno. Nadie habla del valor de Gallito pero tenía más que El Espartero, ¡había que verlo en el patio de “cabayo”! la cara de rosa encendía  y delante del toro no se le quebraba la coló ni una sola vez. José no pudo desarrollar toa la cuerda que tenía dentro. Guerita terminó su carrera pero con Joselito nadie sabe a donde habría llagao. Yo … ¿sentera usté? oí desi, al mismo Guerra: - “A la edad de ese, no asía yo ar toro la mitá de las cosas que él le jase”. José, ¿sentera usté? jamás estuvo aperreao con un toro, sabía tanto que hacia faena por mu difísil que saliera. En feria de Seviya, cuando toreaba por la tarde, por la mañana se pasaba por lo de Miura y cerraba ocho o diez vacas de retienta pa pelearse con ellas. ¡Claro! Los toros de la tarde le parecían más fáciles. 

A José no se le hablaba en el callejón porque no había nada que decirle, sabía más que nadie sobre la lidia de cada toro. Con solo pararlo con el capote era como si lo hubiera tentao antes. Si er Cantimplas o er Cuco pasaban la sudá en banderillas, José cogía un par y me decía: “Muné, mira que fásil es si sabes en donde hay que reunirse con el toro”. – Colocaba un par superior pa alivia al peonaje. – “¿Ves como he quedao? Pues espera lo que hago con la muleta” – ¡Y lo jasía un faenón!. José solo hablaba de toros y con muy pocas personas, con don Eduardo Miura, don Felipe de Pablo Romero, Juan Soto, con don Patricio Medina Garvey, con sus hermanos Rafael o Fernando. En casa de don Eduardo Miura tentaba él solo y el ganaero le consultaba desde er parco: - “José, ¿como la ves? ¿te parece güena” – “Me parese flojiya” – “¡Cortarla el rabo! … Y asín siempre. En la plaza era cruel, ni siquiera a Rafae que más que como hermano lo quería como a un padre, le daba cuartel.

     Una vez andaba José toreando por provincias de España después de haber cumplido con las cuatro corridas que tenía en la feria de Madrid. En aquellos días Curro Vázquez había devuelto a resucitar al volapié y obtenido un gran triunfo en Madrid. Por la prensa, se entera José de que se esta organizando una corrida para el jueves siguiente y en portada una fotografía del tendido con Mazzantini aplaudiendo a Curro Vázquez. José no espera un minuto, desde la habitación llama a Retana:
-“¡Oiga! Hágame el favor Retana, ¿a quien pone en la corrida del jueves?.
-          “Curro Vázquez y … otro, … ¡que más da! Curro tiene todo en su
mano, después del taco que armó el domingo.
-          “¿De quien son los toros?.
-          “De Salas, una corrida muy terciá y suave.
-          “Bueno pues como yo tengo que pasar por Madrid el mismo jueves, me pone usté a mi en un mano a mano con Curro y la corrida la cambia por una gorda que tiene don Felipe de Pablo Romero”. Y se dio la corrida y triunfó Joselito en sus tres toros y lo hizo con tanto estilo que allí acabó con Curro Vázquez”.

     A Manué, padre del genial cantaor, Manolo “Caracol” no se le puede hablar de Talavera, el no estaba allí, había viajado a Madrid acompañando a Rafael “El Gallo” que toreaba en Vista Alegre y le necesitaba. “Caracol” no presenció la desgracia. En Madrid llovió y la corrida fue suspendida.

-          “Yo estaba en un velador del Café León cuando llegó Curro el cochero y me dijo: - Vete al Regina que está Rafae y ha resibio un telegrama de Talavera de que José está herío”. Llegué al hotel y vi a Rafae aturdido, rodeado de mucha gente y con el telegrama en la mano. -¿Qué dise Rafae? – pregunté : “José, puntaso vientre. Traer Mascarelli. ¡Pero ha llegao otro telegrama seguío, disindo: José agravao. Aluego sale de la cabina del teléfono Machaquito sin contenensia pal llanto. Movimiento de coches saliendo hacia Talavera de las puertas del Regina y las caras de los que llagan preguntando. … Y cogimos un coche ¿sentera usté? y llegamos a Talavera ..- y salen y le disen a Rafae: “¡Está muerto, Rafae!” Y … ¡no vea usté!. ¡Toa la maldisión del mundo caía sobre tos!”.

     Los ojos del hombre se empañan, sus manos se crispan y el tono de la voz se quiebra en un quejio cono si de una cante por seguidillas se tratara.

-          “¡Ay! … ¿No se imagina usté lo que fue aquello!”
Aquella tarde en Talavera, Paco Boto vestía a José Gómez “Joselito”.
Su picador, Fernesio, le cortaba la coleta.

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