jueves, 5 de agosto de 2010

ESPAÑA Y LOS TOROS, SIEMPRE / Por José María Moreno Bermejo

Plaza de Toros de Las Arenas de Barcelona
24 de Septiembre de 193

ESPAÑA Y LOS TOROS, SIEMPRE
Con este título escribíamos en el año 2005 un trabajo que luego fue publicado por los BIBLIÓFILOS TAURINOS DE MÉXICO, A. C., en su colección de Lecturas Taurinas nº 64, en el que tratábamos sobre la evolución de nuestra querida Fiesta Nacional, desde sus inicios a nuestros días. En las páginas nº 24 y 25, decíamos lo siguiente:
----Si las 450.000 firmas antitaurinas de Cataluña[2], unidas al vocerío de un partido catalán que tiene la llave de la estabilidad política en dicha comunidad española, deciden que se prohíba la Fiesta en Cataluña, lo lograrán, pues hoy, por desgracia, no es que el defender la Fiesta reporte o no votos, es que algunos dirigentes políticos listos, están aprovechando esa polémica para ampliar su importancia en el espectro de la representatividad nacional.
----En realidad, a los republicanos de Cataluña les importa un ardite los Toros; lo que les importa es que se hable de ellos por tomar determinaciones que molestan al resto de España. Seguro que el republicano catalán que guste de la Fiesta, asistirá a ella cuando le dé la gana acercándose a Aragón o Valencia, pero ahora lo que toca es criticarla y sacar provecho de esa polémica. Los tiempos cambian, y apenas hace unos años, el actual Consejero Jefe de la Generalitat, el republicano Joseph Bargalló[3], participó en la edición del libro, “Bous, toros y braus, una Tauromaquia Catalana”, perteneciente a una colección denominada “Cultura y tradiciones catalanas”, en el que el autor, Antoni González, expresa que el Toreo es una forma de concebir y realizar el Arte, y en el que el mismísimo Bargalló escribe:
“Ser taurófilo en Cataluña es un derecho inalienable que no debe generar maleficencias ni sospechas ni provocar discriminaciones ni políticas ni sociales”.
----Ahora dice el Alcalde de Barcelona, Sr. Clos, que ellos no están por prohibir nada, y que no prohibirán los Toros, si bien hay que intentar leer entre líneas el mensaje, pues parece que la pelota la han colgado los de ERC en el tejado de la Generalitat, lo que conviene que le sea recordado al Sr. Bargalló en su oportuno momento. Ya explicaba el Sr. Corrales, cabeza visible de la plataforma que está intentando luchar contra los molinos republicanos para salvar la Fiesta en Cataluña, que todo en esto es juego político, y que los señores de CIU le habían prometido su voto a favor del mantenimiento de la actual Fiesta si el PSC le daba a su vez el sí; demostración indubitable de que lo que juega aquí es el triunfo político y no la sensibilidad de la población catalana.
----Otro insigne político que fue designado como Defensor del Pueblo de la Comunidad de Madrid, luchó a brazo partido hace unos años para conseguir la prohibición de la asistencia a los Toros de los menores de 14 años, basándose, sin duda con las mejores intenciones, en que el espectáculo podría ser perjudicial para el desarrollo educativo de los niños. Recordemos que un estudio de expertos psicólogos infantiles, consultados por los responsables de la Comunidad, dictaminó que la asistencia a los Toros no entrañaba ningún riesgo para la formación y educación de los menores. Pero esto ha sido siempre igual: prohibir antes de fundamentar la causa que se juzga.
----El momento político español actual, es propicio para asestarle una estocada mortal a nuestra Fiesta, y no dudo que se pueda conseguir en algunas partes de nuestra piel de toro. Además, eso serviría de acicate para que en otras zonas de España los anti, que siempre han sido minoritarios, revindiquen su cuota de gloria con sus convincentes razones de pancarta, insulto y vocerío. Está dispuesto el “talante” para cuidar a las minorías que puedan sostener el sillón, aunque se olvide a una importante población española, perteneciente a todas las tendencias políticas, que están preservando una Fiesta que les legaron sus ancestros y que aúna en sí las virtudes que siempre ornaron el ser y sentir de nuestro pueblo ibero. No importa que los mismos que denostan la Fiesta se erijan en defensores del progresismo y la libertad; en sus cavernas habitan el odio y la prohibición, y son capaces de decir sí y lo contrario, dependiendo del número de acólitos a los que pueda colocar en la mamandurria de inanidad y holganza, o del número de votos que las encuestas de opinión les hayan augurado.
---Efectivamente, un amplio sector de la política española abjura de la defensa de una de nuestras culturas más señeras. Prometieron defender los intereses de TODOS los españoles, pero se mueven en la inmediatez del pacto cercano, del posible voto sectorial, regional, sindical… Y todo es tan sencillo como dejarnos en paz a los que amamos la Fiesta; igual que se dejan tranquilos a los amantes del fútbol o del baloncesto, deben dejarnos tranquilos a los aficionados taurinos>.
Hoy, por desgracia, comprobamos que nuestros temores tenían serio fundamento. No creo que haya que añadir más a lo que escribimos hace más de 5 años.
José Mª Moreno Bermejo
Madrid, 30-VII.2010

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