viernes, 3 de junio de 2011

San Isidro: Iván Fandiño confirma su irresistible ascensión / Por Juan Miguel Nuñez / EFE



Iván Fandiño confirma su irresistible ascensión:
una oreja de ley

Juan Miguel Núñez / EFE
Madrid, 2 jun (EFE).- El diestro Iván Fandiño ha cortado una oreja en la corrida que cerró hoy la Feria de San Isidro, trofeo que confirma su irresistible ascensión, ya que con ésta ha sumado tres en otras tantas tardes a lo largo de un mes en Las Ventas.
FANDIÑO LO DIO TODO
Se veía venir lo de Fandiño, desde la goyesca del 2 de mayo, y corroborado doce días después cuando toreó por una sustitución, resolviendo ambas actuaciones con sendas orejas.
Empezó la cosa por una actitud heroica. La gente se pasmó con él por lo valiente que estuvo en la goyesca. Pero en la segunda comparecencia hubo algo más que valor y arrojo, pues toreó con mucha suficiencia y dominio, las ideas muy claras, y con muy notables atisbos de torería.
Hoy se esperaba todo de él. Y todo fue, porque todo dio, y en todo acertó, con entrega y naturalidad como principales referencias de su actuación.
El triunfo de hoy se empezó a gestar nada más abrirse de capote en su primero, o antes incluso, en su turno de quites cuando salió por chicuelinas en el anterior. Capote muy seguro y artístico el de Fandiño en el toreo a la verónica, ganándole terreno al toro mientras se salía con él hacia los medios.
Fandiño se puso a torear de muleta sin probaturas previas, entre las rayas por el problema del viento, y desde la primera tanda a derechas hubo pases largos y mandones, de mucha consistencia. Lástima que el toro, incierto, restaba continuidad, pues unas veces seguía bien la muleta, y otras echaba la cara arriba.
También por el izquierdo hubo naturales templados y de muy buen trazo, aunque la condición del astado rompió varias veces el ritmo, incluso "haciendo hilo" al final de algunos muletazos. Fandiño resistió todos los envites sin descomponerse. La petición de oreja fue ruidosa y numerosa, aunque en el ánimo del presidente para no dársela debió influir la tardanza del toro en doblar.
Con el quinto llegó por fin el trofeo. Fandiño otra vez a por todas con el capote, estirándose de salida. Es lo que tienen los toreros cuando lo ven tan claro, que les da igual que el toro embista o que sea complicado.
Fandiño está en un momento muy bueno. Poderoso en el quite de nuevo a la verónica, y absolutamente sincero en la forma de plantear la lidia. El de Cuadri parecía bravo, y lo fue también gracias a que el torero lo lució mucho en varas, poniéndolo de largo en el caballo. Aunque en el primer encuentro empujó el astado con la cara alta, el comportamiento en el segundo fue sensacional. Importante toro, quede claro. Como importante estuvo el torero.
Más allá de lo dispuesto en la actitud, cuenta lo resuelto en la aptitud. Fandiño abrió faena en el centro del ruedo, y desde el primer pase, la muleta adelantada y muy planchada para llevar las embestidas muy atrás. El toro perfectamente "cosido" al engaño mientras se iba cerrando cada vez más el circulo entre la fiera y el hombre. Ajuste se llama eso.
La plaza crujió de contento y emoción. Y aunque el viento restó limpieza en el toreo al natural, se mantuvo el buen ritmo. El conjunto fue redondo: la arrogancia, el valor y el poderío de Fandiño definitivamente encarrilados al triunfo. En la estocada se volcó, a matar o morir, y aunque la espada cayó algo desprendida, la petición de oreja fue unánime. Una oreja de ley.
Otro valiente que no volvió la cara fue el joven Aguilar, que pasó un trago con el manso y brusco tercero, que se volvía en un palmo. Y temerario hasta decir basta en el sexto, aunque en éste se le atascó la espada.
El veterano "Fundi" no tuvo su tarde, a pesar de intentarlo con el violento primero, que se quedaba corto y tiraba hachazos. Menos aún con el peligroso cuarto, en el que se vio vencido por la desconfianza.
Así terminó San Isidro. Una Feria, larga, que deja un poso en el que hay de todo, bueno, regular y malo. Entre lo mejor, naturalmente los tres toreros que han cruzado la Puerta Grande, Alejandro Talavante, José María Manzanares y César Jiménez, citados por orden cronológico. Y torero revelación, Iván Fandiño, que a punto de cumplir seis años de alternativa, ha alcanzado una espléndida madurez profesional. EFE
FICHA DEL FESTEJO.-
Toros de Celestino Cuadri, grandes y difíciles, a excepción del bravo quinto, aplaudido en el arrastre, aunque tuvo también sus exigencias. Corrida con cuajo y pitones, y más aún con los problemas propios de la casta unas veces, de la mansedumbre la mayoría, lo que se tradujo en un comportamiento muy variable.
José Pedro Prados "El Fundi": pinchazo y media perpendicular (silencio); y bajonazo y descabello (pitos).
Iván Fandiño: estocada (aviso y vuelta tras petición); y estocada desprendida (oreja).
Alberto Aguilar: casi entera saliendo trompicado (palmas); y seis pinchazos y descabello (silencio tras aviso).
En cuadrillas, Pedro Lara se desmonteró tras parear al quinto, y a caballo picaron bien Juan Carlos Sánchez al tercero y Rafael Agudo al quinto.
La plaza se llenó en tarde soleada y con racahas de viento que se notaron en el ruedo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario