domingo, 26 de junio de 2011

ZARAGOZA ¿CIUDAD CULTURAL Y TAURINA? PERO MENOS / Por Fernando García Terrel


CARTEL ZARAGOZA 1899 DESPEDIDA DE GUERRITA
ZARAGOZA 
¿CIUDAD CULTURAL Y TAURINA? 
PERO MENOS

    Fernando García Terrel

    El otro día, al abrir mi correo, me encontré con un mensaje cargado de incredulidad y desasosiego que me enviaba un tocayo y que les leo a continuación. Su enunciado es “¿Zaragoza, capital cultural?

    “Nos desayunamos hoy con la noticia de que la coleccionista aragonesa Pilar Citoler ha alcanzado un acuerdo para que su legado se quede en Córdoba. Se trata de una colección magnífica, con más de 1.300 obras de arte de 500 artistas desde la década de los 50 hasta nuestros días. Y esa es, precisamente, una de las bazas de la capital andaluza en su aspiración a ser nombrada Capital Cultural 2016, a la que dicen que también aspira Zaragoza. Subraya la noticia que las negociaciones en Aragón nunca han avanzado. De nuevo me abochorno de ser aragonés, de tener unos dirigentes tan dejados e ineptos, y que seguramente no se habrán puesto colorados al leer la noticia. Así nos luce el pelo en esta tierra. Luego nos quejaremos de que se nos llevan las obras de arte. Pues ya que aquí parece que no sabemos apreciarlas, me parece bien que otros las aprovechen y disfruten. Como siempre, no valoramos lo nuestro hasta que nos lo quitan por negligencia. Ni comemos, ni dejamos comer. Lo malo es que no aprendemos, y seguirán ocurriendo cosas similares en el futuro. ¿Así pretendemos ser capital cultural? ¿De qué?”.

    Inmediatamente acudió a mi memoria un sucedido con alguna similitud. Habíamos viajado a Huelva los del Rincón Taurino del “Mentidero” de la Casa de Andalucía para visitar ganaderías de reses bravas, algunas muy bravas como las que pastan en Trigueros y cuidan con tanto amor y sapiencia el ganadero Fernando Cuadri y su fiel mayoral José. En el hotel que nos alojábamos, propiedad de un ilustre criador de reses bravas, para más inri, ubicado en una glorieta tan taurina como la que tienen dedicada los onubenses a los Litri, nos aconsejaron que fuésemos a la Casa de Colón, donde encontraríamos una exposición sobre los Califas cordobeses y su gran rejoneador, el Comandante Antonio Cañero.

    Mi sorpresa fue mayúscula al leer en los carteles anunciadores del evento que estaba subvencionado por Ibercaja de Zaragoza, entidad que, si la memoria no me falla, cosa que es posible, no ha promocionado en nuestra Ciudad manifestación cultural taurina que no sean las obras del propio Goya. Ver para creer.

    Más no se extrañen de estas conductas. Como cliente asiduo del coso del paseo de Ribalta de Castellón, suelo alojarme en algún hotel no muy distante del mismo. De camino paso por delante de los almacenes del Corte Inglés y ¡oh sorpresa! en sus escaparates me convocan a penetrar pues adentro se presenta y vende el último libro del amigo y eterno fotógrafo taurino, “Canito”. Observo publicidad a raudales rematada con una hermosa muestra pictórica con argumentos taurinos. ¡No puedo creérmelo! En Zaragoza, esos almacenes, a los que alguna que otra vez se les ha solicitado apoyo para hacer lo propio, se han negado a hacerlo, por cuestión de política comercial o como lo llamen. Y digo yo, o todos moros o todos cristianos. Eso sí, en su agencia de viajes aun pueden conseguir entradas para la reaparición en Valencia de José Tomás.

    Hablando de la Ciudad de la Plana, como podría hacerlo de Santander, Salamanca, Logroño u otras muchas ferias taurinas de España, me encanta acudir a las distintas tertulias taurinas que en sus hoteles, casinos o peñas se celebran tras la corrida de la tarde y de paso poder contemplar las exposiciones de cuadros o tallas con que adornan el ambiente de la Fiesta. Ustedes recordaran que en Zaragoza no hace mucho tiempo también sucedía algo similar pero ha desapareció por causas ignotas. Ni en el hotel donde se entregan los premios oficiales de la Feria en la gala de la noche del Pilar, se muestran detalles taurinos.

    No, definitivamente no, Zaragoza no es eminentemente o sencillamente taurina, digamos que lo fue pero a día de hoy no han sido declarados los toros como Bien de Interés Cultural a por quien corresponda, ni mucho menos Ciudad Taurina, como lo han hecho la mayoría de las ciudades, pese a demandarlo su tradición, afición y los llegados cada año de todas partes para presenciar su feria taurina del Pilar.

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